miércoles, 30 de mayo de 2012

The Damned United: Brian Clough vs Don Revie

El fútbol no es una temática que haya aportado grandes películas al cine. Apenas unos cuantos filmes han pasado a la historia. Entre ellos 'The Damned United', adaptación de la novela de David Peace y llevada a la gran pantalla por Tom Hooper en 2009, antes de otorgarle un discurso al rey Jorge VI, en su siguiente éxito.

En esta ocasión, aprovechando la tormentosa, y pasajera, estancia del entrenador Brian Clough en el Leeds, sirve de eje para narrar, de manera no lineal, la carrera de uno de los técnicos más carismáticos del fútbol inglés, ligada a su amigo Peter Taylor y a la de su rival en los banquillos, Don Revie.

The Damned United

Brian Clough, el gran delantero
Brian Clough nació en Middlesbrough, como jugador tiene unos números envidiables en Inglaterra a razón de 251 goles en 274 partidos con el Middlesbrough (197 goles en 213 encuentros) y Sunderland (54 dianas en 61 partidos). Colgó las botas en 1965 tras una grave lesión que le tuvo apartado dos años de los terrenos y que condicionó su prematura retirada.

La First Division perdía un gran ariete y ganaba un nuevo entrenador, el más joven de la era profesional, de apenas 30 años.

Clough y Taylor se especializan en ganar ligas
Si como futbolista sus números eran soberbios, en los banquillos terminó por ser un personaje legendario. Como entrenador inició su actividad en el Hartlepools United formando pareja con su inseparable e indispensable compañero de fatigas, Peter Taylor, con quien ya había compartido vestuario durante la etapa de ambos en el Middlesbrough.

Clough y Taylor guiaron a dos clubes hacia las cotas más altas de su historia: el Derby County (dirigido en la etapa de 1967-73), que llevaba una década abandonado y naufragando por la categoría de plata y conducirlo al histórico primer campeonato de liga para los 'carneros'. Posteriormente, trabajando para el Nottingham Forest realizaron la misma exitosa ruta, desde la segunda división a 'First Division', consiguiendo también el estreno liguero para los 'reds' y alcanzando sueños impensables al lograr dos veces la Copa de Europa (1979 y 1980), firmando un curioso dato, que probablemente nunca se superará: ser la institución con más títulos continentales que campeonatos nacionales.

Sólo una leyenda como Herbert Chapman había logrado en Inglaterra conquistar la competición doméstica con dos equipos diferentes: Huddersfield Town Football Club y el Arsenal. De esta manera, el tándem formado por Clough y Taylor entraban en un selecto grupo de técnicos de prestigio, igualando así a otros mitos contemporáneos de los banquillos ingleses como Don Revie en el Leeds y Bill Shankly en el Liverpool.

Peter Taylor y Brian Clough
Peter Taylor (izquierda) y Brian Clough (derecha)
Don Revie, el rival a batir 
Nació, al igual que Clough, en Middlesbrough y también jugó como delantero bajo la camiseta rojiblanca del Sunderland. Su historial de traspasos, sumando sus cuatro ventas, le convirtieron en el futbolista más caro de la historia en aquel momento: Hull City, Manchester City, donde vivió la legendaria final de 1956 con Bert Trautmann en la portería, Sunderland y Leeds.

Su paso en el Leeds, en el final de su carrera le sirvió para tomar la responsabilidad de compaginar el papel jugador y entrenador en su última campaña, una decisión transitoria tomada por la institución que acabó marcando una era.

Sus drásticas propuestas sorprendieron en el club: una de sus primeras medidas fue la de modificar la política del filial y la segunda: cambiar la indumentaria del equipo, que pasaba del azul y amarillo al blanco, emulando al mejor equipo del momento, década de los 60, el Real Madrid.

Casualidades de la vida, de blanco el Leeds rompió la mala racha de resultados y vivió una etapa gloriosa caracterizada por triunfos, títulos y un regreso a la élite del fútbol inglés en 1964, que no se abandonó hasta 1982.

Los chicos de Revie (desde 1961 a 1974), con jugadores como Peter Lorimer, Jack Charlton -hermano de Bobby-, Johnny Giles y el talentoso escocés Billy Bremner, se hicieron con 2 Ligas, 1 Copa, 1 Copa de la Liga y 2 Copas de Ferias, llenando las vitrinas de Ellan Road que no se volverían a abrir hasta 1992 para recibir la tercera liga.

Esta brillante época se caracterizó por un juego físico, más agresivo, profesionalizado y brusco que los hizo valedores de ser uno de los planteles más odiados de la First Division. ganándose el sobrenombre del dirty Leeds (el sucio Leeds).


El mérito de Revie fue hacer del equipo un cuadro compacto, gracias a su gran conocimiento táctico al que se le añadía un trato paternalista hacia sus pupilos que se sentían protegidos y ligados a su míster, ofreciendo su mejor versión, con un punto de agresividad mayor que el de sus adversarios y llevando los encuentros al aspecto físico, donde el Leeds era superior al resto de equipos ingleses.

Don Revie y Billy Bremner, en la final de Copa de 1972. Foto propiedad de mightyleeds.co.uk
En 1974, Revie daba el paso más importante de su carrera: tomar los mandos de la selección que había sufrido el fracaso de no acudir a la Copa del Mundo de 1974, siendo eliminados en la fase de clasificación ante Polonia, recordada por la grandiosa actuación del meta visitante Tomaszewski en Wembley.

Revie dejaba tras de sí el recuerdo de 13 exitosos años en el Leeds, cuyo banquillo iba a ser sorprendentemente ocupado por uno de los técnicos con el que había tenido más problemas y discusiones: Brian Crough.

Se rompe el matrimonio deportivo
La pareja Clough-Taylor se rompió por un espacio de tiempo, Taylor continuó al frente del Brighton & Hove Albion y Clough aceptaba un reto personal de dirigir al mejor equipo de Inglaterra: el Leeds, que además tenía el morbo personal de haber sido entrenado por su gran rival, Don Revie.

La corta estancia de Clough, apenas 44 días, estuvo marcada por la huella que había dejado Revie y la nula relación de Clough con los capos del vestuario de Ellan Road condicionada por declaraciones incendiarias tanto a su llegada como por las que había realizado habitualmente, en una de las columnas periodísticas donde escribía, en contra de uno de los equipos que practicaba un fútbol más trabado, sucio y al límite del reglamento.

Además, Clough intentó imponer su vieja guardia, trayendo futbolistas leales que habían estado junto a él en otros proyectos y todo ello sin Peter Taylor. Los nefastos resultados y el ambiente irrespirable en el vestuario del vigente campeón de liga, acabaron con la aventura de Clough, incapaz de haber superado a su archienemigo Revie en su propia casa.


La entrevista en la televisión de Yorkshire
Tras ser despedido del Leeds, en 1974, Clough fue entrevistado junto a Don Revie, en un encuentro pactado (no como aparece en la película) que sirvió para mostrar claramente el odio mutuo que ambos técnicos se profesaban. Fue un programa moderado por el periodista Austin Mitchell en un debate tenso, enriquecedor y sincero en el que dos posturas diametralmente opuestas se encontraban en un plató de la TV de Yorkshire.

Revie era el espejo en el que la mayoría de técnicos querían mirarse, pero Brian Clough comenzaba a escribir su particular versión de Blancanieves para mostrarse como el mejor de todo el reino.


Taylor, el contrapunto de Clough
Clough, quien padecía serios problemas de alcoholismo, era una persona prepotente, arrogante, con un discurso directo, mordaz, polémico y un extraordinario motivador que sabía llevar a sus hombres al mejor estado anímico con prácticas poco habituales como: llevarse toda la plantilla del Forest a Mallorca para desfasar durante toda semana, como previo a la disputa de la final continental contra el Hamburgo o hacer que Frank Carson, cómico irlandés, contara chistes en el vestuario antes de un partido.

Taylor era el contrapunto, dejando los focos y la atención a Clough, siendo el equilibrio en las decisiones que en la mayoría de los casos provocaban situaciones tensas en las relaciones entre la dirección técnica y la cúpula directiva.

Ambos imprimieron a sus clubes un toque de romanticismo, un brillo de tradicionalismo entre un profesionalismo que comenzaba a emerger en las Islas con un fútbol práctico, de toque y apertura a bandas, respetuoso con los colegiados, tenían prohibido protestar, y algo alejado de la violencia que adquirían ciertos encuentros de la década de los 70 y 80.

Peter Taylor y Brian Clough
Peter Taylor y Brian Clough, en la final europea de Madrid en 1980

Clough y Taylor sabían elegir a sus jugadores, futbolistas en muchos casos con grandes cualidades que habían permanecido ocultas hasta la aparición del tándem técnico que sabía exprimir el talento de sus hombres. Uno de los casos más notables fue el de John McGovern que pasó de jugar la cuarta división a levantar la ‘orejona’ como campeón de Europa.

Todo ello gracias a un vínculo de confianza y lealtad que creaba con sus hombres, que solían acompañar a Brian Clough en cada uno de los destinos, como Dave Mackay, el citado Mc Govern, O’ Hare, Collin Todd o el escocés , famoso por su gol en 1978, Archie Gemmill. Futbolistas, en muchos casos, que dejaban de brillar cuando no estaban bajo la dirección de Clough y Taylor

El milagro futbolístico del Forest 
La nefasta experiencia del Leeds fue compensada, con creces, con el milagro futbolístico del Forest. Un conjunto de segunda división al que Clough, acompañado esta vez de Taylor, supo moldar con sus propios patrones. En esta etapa volvían a sumarse la retahíla de lugartenientes fieles a la pareja: McGovern, O’Hare, Gemmill, a los que se alistaban jugadores que Taylor era capaz de localizar, futbolistas sin apenas opciones de mostrar su categoría, pero con hambre de títulos y una enorme necesidad de explotar aunque fuera en sus últimos días de carrera deportiva.

Aquella plantilla dominó el continente por dos años consecutivos, además del título doméstico, un éxito sin precedentes que coronó a una generación de jugadores como Martin O'Neill, Peter Shilton, Viv Anderson, Trevor Francis o John Robertson.

Celebración de los jugadores del Forest tras el gol de Robertson en la final europea de 1980
Una vida con el Forest 
Su idilio con el Notthinghan Forest duró 18 temporadas, hasta 1993, firmando la mejor época del club bajo su eterno jersey verde, aunque su despedida se vio empañada por el descenso de categoría de la institución y la imagen deteriorada de Clough, cuyo alcoholismo avanzaba mermando la capacidad del brillante técnico.

A pesar de sus números, tanto como jugador y entrenador, su historia personal con la selección fue la de un amor platónico: se enfundó dos veces la camiseta de los tres leones y nunca fue seleccionador con Inglaterra, un eterno candidato cuyas formas no casaban con la rectitud de la Football Association.

La pérdida de Peter Taylor
Desde 1982, la eterna pareja Clouh-Taylor se rompió deportivamente llegando en los últimos años a deteriorarse la relación amistosa. En 1990 la media naranja deportiva de Clough, Taylor, dejaba de exprimir talentos y fallecía en España.

Brian Clough murió en septiembre de 2004, su dependencia a la bebida, acrecentada desde la muerte de Peter Taylor, provocó numerosos problemas físicos que terminaron por quitarle la vida.

Estatua de Clough y Taylor en Derby. Foto propiedad de Russ Hamer
A título póstumo tiene otro hito, el hecho de que se hayan erigido tres estatuas en lugares distintos: Middlesbrough, Nottingham y Derby, en la que comparte espacio para la posteridad con su amigo Peter Taylor.

A pesar de la rivalidad existente entre estas dos últimas localidades: Derby y Nothingham, el legado que dejó en los corazones de la provincia hizo que la carretera que une dichas ciudades se denomine la carretera de Clough. Es hijo adoptivo de ambas poblaciones y el encuentro que los enfrenta tiene en juego el trofeo en honor al malogrado técnico.
El camino de Clough. Foto propiedad de Russ
Frases para la posteridad de Clough
  • "Si Dios hubiera querido que jugáramos al fútbol en las nubes, hubiera puesto hierba ahí arriba". 
  • "Dicen que Roma no se hizo en un día. Pero yo no estaba dirigiendo aquel trabajo". 
  • A sus hinchas del Derby "Sólo empezaron a cantar al final, cuando ya íbamos ganando por un gol. Quiero oírlos cuando estemos perdiendo. Son vergonzosos".
  • A los jugadores del Leeds en su primer día de trabajo: "Hasta donde yo sé, podéis tirar todas esas medallas que habéis ganado estos años a la basura, ya que las ganasteis todas robando". 
  • Tras sus 44 días al frente del Leeds: "Hoy es un día espantoso... para el Leeds United" .
  • Sobre su delantero: "John Robertson era un joven realmente muy poco atractivo. Si un día me encontraba un poco mal, me sentaba al lado suyo. Parecía el maldito Errol Flynn comparado con él. Pero le dabas un metro de césped y era un artista. El Picasso de nuestro deporte". 
  • "Si me discutiera un jugador, nos sentaríamos juntos unos veinte minutos, hablaríamos del asunto y al final decidiríamos que yo tengo razón".
  • "Dios no te ha dado seis tacos para que los claves en la pierna de un rival".
  • "No fue un gran partido, ellos fueron un equipo aburrido. De hecho, Suecia es una nación aburrida. Pero hemos ganado, qué importa lo demás".
  • "No digo yo que fuera el mejor entrenador del mundo. Pero siempre ocupé el primer puesto de la lista".
  •  "No quiero epitafios de frases profundas ni nada de ese rollo. He aportado algo. Espero que eso sea lo que digan de mí, y ojalá le haya gustado a alguien".
Claro que sí, señor Clough.

lunes, 21 de mayo de 2012

Mis 25 canciones tristes favoritas (2ª parte)

 Ver la primera parte del artículo.

14. Life Will Never Be The Same Again- L'Ame Immortelle (1997)
Grupo austriaco de música oscura y gótica que cantan tanto en inglés como en alemán, y al que curiosamente se le ha bautizado con un nombre en francés ("El Alma Inmortal").

La letra de esta composición es un compendio de ideas románticas sobre el amor eterno y la muerte, tan propias del género. El tema posee una gran riqueza instrumental sobre el que se sitúa su cantante femenina, Sonja Kraushofer, caracterizada por su eterno pelo rojizo que acompaña a su seductora y potente voz.

15. Mad World- Tears For Fears (1982) y Gary Jules (2001)
El synthpop tuvo a Tears For Fears  uno de sus exponentes del estilo que practicaba un pop con base electrónica sustentada con sintetizadores y cajas de ritmo. Entre las formaciones que destacaron con esta etiqueta musical se encontraban: a-Ha, Alphaville, Eurythmics. O.M.D., Depeche Mode o Ultravox, por citar algunos ejemplos.

En 2001, el cantautor Gary Jules adaptó el éxito de los Tears For Fears mostrándolo más lento, tierno, suavizando los sonidos con las notas del piano para terminar encajando a la perfección con la escena clave de la película de culto 'Donnie Darko' que había pensado el director, Richard Kelly, donde la letra del tema parecía haber estado compuesta para las imágenes que se suceden.


16. No Need To Argue- The Cranberries (1994)
Siguiendo la estela de grandes formaciones que ha proporcionado Irlanda a la música como: U2, Thin Lizzy, The Undertones, Therapy? y otros más ligados al folk como The Chieftans, la mayor parte de la industria discográfica descubría a los Cranberries a la altura de su segundo álbum, 'No Need To Argue'. Un genial disco de rock con toques alternativos y grandes singles como Zombie, Ridiculous Thoughts, Ode To My Family, que terminaba con un tema muy dulce que dejaba un extraordinario sabor de boca, llamado igual que el disco y donde Dolores O'Riordan parece susurrar cada sílaba mientras unos pocos instrumentos la acompañan. Una preciosa nana para cerrar un gran álbum.

17. Nutshell- Alice In Chains (1992)
Si el heavy había reinado en los 80, el trono pasó al grunge en los 90. Los 4 grandes del movimiento: Nirvana, Pearl Jam, Soundgarden y Alice In Chains ganaban adeptos y reinaban en las ondas. Éstos dos últimos grupos eran los menos populares fuera de los Estados Unidos y los menos accesibles musicalmente, con sonidos más sucios y endurecidos.

Tras tres años sin haber tocado juntos, la MTV ofreció en 1996 el concierto acústico de la banda, abriendo con el precioso Nutshell. La sensación de un público entregado que va subiendo la intensidad de los aplausos y vítores, expectante, hasta que Layne Stanley entra finalmente en escena con un aspecto demacrado, cansado y frágil, oculto detrás de unas gafas de sol, pero conservando la misma intensidad en su timbre, todo ello convierte esta versión 'unplugged' en una emotiva joya.

Alice In Chains, Dirt

18. Rain Forever- Graeme Revell (1994)
Es una pieza corta instrumental incluida en el score de la película 'El Cuervo' (The Crow). Aparece en la escena que Eric Draven salva a Sarah de ser atropellada y pronuncia la hermosa frase de "No llueve eternamente".

Graeme Revell es un compositor neozelandés autor de numerosas orquestaciones y arreglos musicales para películas. En este film, Revell supo otorgar con teclados y coros una ambientación oscura, gótica y romántica a la banda sonora de una cinta basada en un cómic de culto.


19. Stay On These Roads- a-Ha (1988)
Perteneciente al tercer disco de la formación noruega de synthpop, de título homónimo, con la habitual sensibilidad que siempre han mostrado este grupo nórdico para crear obras que fueron grandes éxitos en los 80 como Take On Me o The Sun Always Shines On TV.

La versión realizada para su disco en directo, 'How Can I Spleep With You Voice In My Head', muestra al tema en un formato más sensible e íntimo con un Morten Harket en un envidiable estado de forma al que acompaña un piano que parece ser tocado con extrema delicadeza.

20. Still Life- Suede (1994)
La esperanza puesta, por parte de la prensa especializada, en el grupo Suede de ser una referencia musical importante encontró su segundo argumento en el disco 'Dog Man Star', que seguía la exitosa senda del álbum de debut, Suede.

El tono de desesperanza y desolación de esta obra concluye de la forma más sensible, con una canción donde Brett Anderson llega con su privilegiado tono a emocionar y cautivar, abrazar y ser abrazado mientras el piano parece deshacerse entre tanta nota hasta estallar con un clímax perpetrado por un épico final orquestado.

21. The Blower's Daughter- Damien Rice (2002)
Cantautor irlandés cuyo estreno discográfico logró una revisión por gran parte del público de su obra, al enamorarse de su canción que formaba parte dentro de la banda sonora de la película 'Closer', film que contando con extraordinarios actores como Natalie Portman, Clive Owen o Julia Roberts no despertó tanto interés como terminó haciéndolo este tema.

22. The Burning Red- Machine Head (1999)
Formación californiana difícilmente etiquetable que camina entre el groove metal (variante del thrash metal) y el nu metal. Es decir, una música potente heredera de grupos como Metallica o Slayer y evolucionada con nuevos recursos.

La canción es un ejercicio diferente de la actividad musical del grupo, sincero, intimista y emotivo que rompió con antiguos seguidores, ganó nuevos admiradores y exhibió una capacidad para componer temas más lentos y variados.


23. Timelessness- Fear Factory (1998)
Al igual que sus paisanos de Machine Head, esta banda angelina es ecléctica, por lo que sus influencias provienen tanto del groove como del nu metal aunque acentuando su progresión hacia nuevas melodías.

En su álbum Obsolete, el grupo experimentaba con distintos sonidos, como en el tema que cierra el disco, 'Timelessness', donde una extraña y cautivadora ambientación realizada por teclados y sámplers son el único acompañamiento a la voz limpia de Burton C. Bell.

24. Watching The World Go By- Gun (1992)
Grupo de hard rock originario de Glasgow que nunca dio el salto definitivo hacia la fama mundial, a pesar de la categoría de sus tres primeros discos que dejaban cortes tan interesantes como Steal Your Fire, Better Days o Taking On The World. Su álbum 'Gallus' está dedicado a Benny Lynch, primer boxeador escocés en alzarse con un título mundial.

Kit de batería de los escoceses Gun, durante la gira que los trajo a Madrid (sala Live) en 2009.
25. Zoe Jane- Staind (2003)
Formación norteamericana de rock alternativo, con influencias del grunge, capitaneada por Aaron Lewis. El nacimiento de su primera hija caló profundamente en el cantante quien compuso un tema melancólico, tierno y poético a modo de carta para Zoe Jane.

Dedico este artículo a dos amigos perdidos recientemente: José Luis Castells (octubre de 2011) y Cristina Agustino (mayo de 2012). Os echo de menos. D. E. P.

martes, 15 de mayo de 2012

Mis 25 canciones deprimentes favoritas

A petición de mi compañero de fútbol, Álvaro Guitiérrez, y después de haber escuchado concienzudamente los discos que tengo, he decidido tomar el relevo de su lista con las canciones más deprimentes y hacer la mía propia. Así también, recupero el apartado musical al blog.

Para no saturar el artículo con vídeos, colocaré un enlace en el título que redirija a 'Youtube'.

En orden alfabético:

1. Adagio For Strings- Samuel Berber (1938)
Escrito por el compositor norteamericano Samuel Berber, viene siendo utilizada últimamente como pieza habitual para homenajear a los fallecidos. Su popularidad se incrementó por la aparición en la banda sonora de distintas películas, embelleciendo la escena, como el maravilloso contrapunto que logra Oliver Stone en Platoon al utilizar la pieza en la escena con mayor clímax de la cinta.

Platoon
 
2. Beth- Kiss (1976)
Fue la primera balada exitosa del grupo norteamericano de hard rock, famosos por su accesible música, los disfraces, maquillajes y fastuosos espectáculos: Kiss.

La canción habla sobre un persona que intenta componer aún sabiendo que su chica está sola en casa, excusándose constantemente hasta que reconoce que se quedará preparando la letra de la canción. Con esa idea del perdón en la pareja, de la mentira y la comprensión entre las personas que se quieren, Ted Demme utilizó el tema en una de esas hermosas escenas que tiene la maravillosa película 'Beautiful Girls'.
Kiss, Palacio de los Deportes, Madrid, 2010
Concierto de Kiss en el Palacio de los Deportes de Madrid en 2010.
3. Pearl Jam- Black (1991)
El genial álbum de debut de la banda de Seattle, llamado 'Ten', contenía un sincero ejercicio de un amor, una reflexión sobre un corazón roto por una mujer especial. Pearl Jam ha compuesto grandes canciones bañadas en tristeza, como Nothingman o Betterman, pero con Black se gana emotividad y viendo a Eddie Vedder cantando el tema en directo, siempre de manera apasionada, se aprecia el tono personal que tiene esta canción que termina apagándose, en un lento riff de guitarra, como aquel amor pasado.

4. Cemetary- Silverchair (1997)
Formación australiana que nació pronto, creció deprisa y murió joven, teniendo tiempo de dejar su destello de calidad en la década de los 90 con un rock independiente que tenía cierto regusto a grunge. El uso de guitarras acústicas, junto al de las cuerdas y percusión de la orquesta, aportan a este single un tono desgarrador que encaja con la sensibilidad e ideales de gran parte de los grupos surgidos en ese decenio influidos por las bandas de Seattle.

5. Disarm- Smashing Pumpkins (1994)
Como ya expuse en su momento, al hablar del post-grunge, Smashing Pumpkins fue encuadrado fuera del movimiento musical de Seattle aunque mantuvo muchos elementos que les hacía merecedores de la etiqueta grunge. En especial con este disco, 'Siamese Dream', más personal e íntimo, en el que destaca esta melancólica melodía llamada Disarm, en la que Billy Corgan recuerda su niñez de una forma metafórica.
Smashing Pumkins en Madrid
The Smashing Pumpkins en la Sala La Riviera de Madrid, 2011.
6. Eden- Hooverphonic (1998)
Hermosa canción del grupo belga de trip-hop, Hooverphonic, que en su versión "desenchufada" gana en melancolía al ralentizar el ritmo, ayudado por la aparición del piano y de los violines que confieren al tema de una increíble atmósfera de serenidad.

7. Exit Music (For A Film)- Radiohead (1997)
Radiohead son uno de los grupos más vanguardistas de la música contemporánea, entre su variada discografía hay temas que invitan a la tristeza como su famoso Creep, pero con esta canción, inicialmente pensado para aparecer en los créditos finales de la versión cinematográfica de Romeo & Julieta (de ahí el título), terminó enriqueciendo a su afamado y redondo disco 'O.K. Computer', dotándole de un contrapunto de reflexión al álbum que muestra a un Tom Yorke cantando con una rabiosa vitalidad contenida.


8. Glycerine- Bush (1994)
En 1994 con Kurt Cobain recién fallecido, Bush editaba su célebre 'Sixteen Stone' para prolongar el legado grunge de Seattle. Glycerine es un corte que desprende sentimientos, donde las guitarras acaban fundiéndose con violoncellos para otorgar amargura a la composición ante la ausencia de elementos tan propios del rock como la batería o el bajo. La banda inglesa abanderaría con este disco un estilo de rock alternativo denominado como post-grunge.

9. Hallelujah- Leonard Cohen (1984) y Jeff Buckley (1994)
Hallelujah fue publicado en 1984 dentro del álbum 'Various Position's. Es un tema que tiene un sonido casi sacro, gracias al estilo góspel de los coros, que encaja a la perfección con la temática religiosa de la letra, aunque con trasfondo de amor y desamor.

El éxito de la canción aumentó en 1991 con una versión más melódica a cargo del galés John Cale, sobre un fondo donde el sonido del piano acompaña su voz. Numerosos artistas interpretaron posteriormente el himno de Cohen, como Rufus Wainwright, Bob Dylan e incluso Bono. Pero ninguno llegó a los niveles del malogrado Jeff Buckley en 1994, que otorgó a la composición un toque de sensibilidad, tristeza y melancolía con un tempo más pausado y lánguido para convertirlo en su epitafio.

Ha sido utilizado en numerosas películas y series, pero quizás donde mejor encaja es en el último capítulo de la primera temporada de The O.C., un final dramático en el que todos los personajes terminan perdiendo una parte de sí mismos y sus imágenes se suceden desfilando ante el espectador con el Hallelujah de fondo, aumentando el dramatismo.

10. Hurt- Nine Inch Nails (1994) y Johnny Cash (2002)
Trent Reznor escribió este tema para su grupo, Nine Inch Nails (NIN). Una visión personal y tormentosa de la depresión, cantada siempre desde la sensibilidad de una de las mentes más creativas del rock, cuya trayectoria e imaginación ha servido para bautizar el estilo de metal industrial y apadrinar a otro de los gurús de la escena musical, como es Marilyn Manson.

Hurt fue versionada por el hombre de negro. Johnny Cash, convirtiendo su dolor en una nueva forma de enfocar el éxito de Reznor: más desgarrador, delicado e introspectivo, haciendo de la letra un recorrido por su vida.


11. Hold On To My Heart- W.A.S.P. (1992)
A pesar del aspecto agresivo de la formación, las baladas de W.A.S.P. rebosan sensibilidad. De la amplia lista de temas, me quedo con éste que pertenece a un extraordinario disco conceptual The Crimson Idol. Donde no sólo los cortes comparten una linea argumental sino que las melodías también tienen una raíz común y distinguible.

En esta canción, Blackie Lawless hace que su personaje alter-ego en el álbum, Jonathan, se arrepienta de todo lo vivido y tenga el coraje de hacer un ejercicio de confesión antes de engrosar la lista de mártires del rock.

W.A.S.P., Crimson Idol,

12. In A Darkened Room- Skid Row (1991)
La fama nunca terminó de abrazar completamente a los Skids, cuya amistad con el guitarrista Richie Sambora (el otro artífice de Bon Jovi) les valió el primer contrato. Una responsabilidad superada con creces con sus dos primeros trabajos, el homónimo debut de 1989 donde Youth Gone Wild, I Remember You y la genial 18 & Life, destacaban. Al prometedor arranque le siguió la confirmación con el 'Slave To The Grind' de 1991, en el que aparecía este hermoso medio tiempo que trata sobre los abusos sexuales a los niños junto con otro de sus cortes más representativos: Quicksand Jesus.

El grupo se movía perfectamente en un hard rock cercano al heavy metal que los valió el reconocimiento de la industria musical del rock, pero no una fama tan universal como sus paisanos Bruce Springsteen o Bon Jovi, si no más ceñido a los aficionados al heavy.

Al frente de la banda estuvo un cantante cuyo nombre presagiaba estar vinculado a la música, Sebastian Bach, de aspecto aniñado y frágil pero con un tono de voz contundente y melódico que abandonó el barco de los Skid tras su tercer trabajo, 'Subhuman Race': más maduro y de sonido más áspero.

El rumbo de ambos: tanto de Sebastian como el de Skid Row han marchado desde entonces al margen del éxito comercial, dejando atrás una de las carreras más prometedoras dentro del rock y una de las voces más personales de los 90.

poster Skid Row

13. Lucha De Gigantes- Nacha Pop (1987)
Un tema muy poético, cargado de alegorías, escrito por Antonio Vega y que tuvo una segunda juventud, para ser apreciado por las nuevas generaciones, al aparecer de manera estelar en la película mexicana 'Amores Perros'.

Antonio Vega falleció en 2009, una pérdida anunciada por un artista que parecía cada vez más débil y consumido en cada actuación y que fue uno de los compositores más icónicos de la llamada "movida madrileña".


Ir a la segunda parte del artículo.

lunes, 7 de mayo de 2012

Historia de los Mundiales: Francia 1998

Máximo Goleador: Davor Suker (Croacia), 6 goles
Sedes: Lens, París (Stade de France y Parque de los Príncipes), Nantes, St. Etienne, Burdeos, Lyon, Toulouse, Montpellier y Marsella

Número de goles (Media por partidos): 171 goles (2’7 por partido)
Número de partidos: 64
Número de espectadores (Media por partidos): 2.785.100 (43.517)

Participantes: 32
(África, 5) Camerún, Marruecos, Nigeria, Sudáfrica y Túnez
(América, 8) EE.UU, Jamaica y México. (Sur) Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Paraguay
(Asia, 4) Arabia Saudí, Corea del Sur, Japón e Irán
(Europa, 15) Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Croacia, Dinamarca, Escocia, España, Francia, Inglaterra, Italia, Noruega, Holanda, Rumanía y Yugoslavia.

Final: 12-Julio-1998, París (Stade). Francia 3-0 Brasil (2-0 al descanso).

Francia volvía a ser la anfitriona de un evento internacional futbolístico, el cuarto que organizaban los galos tras las Eurocopas de 1960 y 1984 y el lejano Mundial de 1938, del que se cumplía su sexagésimo aniversario. Además, se trataba de la última Copa del Mundo del milenio.

Para la fase de clasificación se volvía a superar los anteriores registros, en cuanto a número de países inscritos como de los partidos disputados. En Europa se introdujo el sistema de repesca para los segundos clasificados jugándose cuatro eliminatorias para elegir otras tantas selecciones, que junto a los líderes de los nueve grupos pasaban directamente junto al anfitrión, Francia, y al mejor subcampeón de todos los grupos: Escocia. Así se obtuvo los 15 países representantes del viejo continente.

Los debutantes y ausentes para la cita gala 
No acudían a la cita, por parte europea: Rusia, Ucrania, República de Irlanda y la República Checa, que dos años antes había terminado como subcampeona europea. Por otro lado, se estrenaban dos países balcánicos: Croacia y Yugoslavia, selección que aunque mantenía el nombre histórico del país, sólo representaba a las repúblicas de Serbia y Montenegro (de hecho, la FIFA otorgó el código SCG a la ‘plavi’ en lugar del habitual YUG).

Jamaica y Japón ponían la nota exótica de los debutantes en la cita mundialista, a la que volvía Chile tras su sanción, en 1989, por el "caso Rojas". Sudáfrica acudía a una Copa en su segundo intento, en 1994 no se pudo clasificar, obligada a permanecer excluida por la política realizada, denominada apartheid, y por la que fue sancionada durante dos décadas, desde los años 70 a los 90.

La doble campeona del mundo, Uruguay, quedaba fuera de la cita por segunda vez consecutiva. La fase de clasificación del cono sur americano, CONMEBOL, se compuso por primera vez de un solo grupo.
Francia 1998
Novedades de Francia 1998
Entre los cambios que tuvo este Mundial, fueron:
  • 32 participantes, en vez de los habituales 24. Las ocho nuevas plazas fueron para los países no europeos. 
  • La figura del cuarto árbitro. 
  • Tres sustituciones por selección y encuentro.
  • El cartel luminoso para mostrar el tiempo añadido y los dorsales de los jugadores cambiados. 
  • Se añadían 30 segundos al partido por cada sustitución realizada.
  • El portero no podía retener el balón por un tiempo superior a los 6 segundos.
  • Aunque ya se había aplicado en la Euro’ 96, el gol de oro era también una de las novedades de este torneo. El cual consistía en considerar vencedor de una eliminatoria, y dar por terminado el partido, al equipo que primero anotara en una prórroga, independientemente del minuto en el que se encontrara el encuentro.
La mascota fue Footix, un gallo, y el balón fue el Tricolore de Adidas, nombre tomado de la bandera francesa.
Primera Fase: Cambiaba el formato, los 32 países se repartían en 8 grupos formados por 4 selecciones cada uno, pasando a octavos las dos primeras clasificadas.

En el grupo A, Brasil y Noruega eran los equipos que pasaban de ronda. La ‘canarinha’ se mostró reservona, sin brillo, mientras que los nórdicos hicieron la ‘machada’ en la última jornada, cuando su inesperada victoria ante los vigentes campeones del mundo les sirvió para alzarse con el segundo puesto, posición a la que aspiraba Marruecos, cuya ‘europeización’ de jugadores, con la terna de futbolistas del Deportivo de la Coruña (Naybet, Hadji y Bassir), había dado un punto mayor de experiencia a un joven combinado.

El grupo B resultó muy parejo, de los 6 enfrentamientos, 4 terminaron en empate. Italia fue la única escuadra que se adjudicó la victoria, en dos ocasiones, mientras que el segundo puesto fue una pelea entre Chile, Austria y Camerún.

Los sudamericanos contaban con una dupla de atacantes irrepetible, con Marcelo Salas e Iván Zamorano, mientras que los europeos seguían dependiendo de la veteranía del artillero Polster y de la inteligencia de Herzog, para los africanos era una época de cambio; los “leones indomables” se habían nutrido de una nueva camada de cachorros, capitaneada por Samuel Eto’o, que más tarde se colgaría el oro en los JJ.OO de Sydney 2000.

camiseta de Camerún, Cameroon shirt

El grupo C, fue cómodo para los anfitriones: los galos consiguieron las tres victorias de la liguilla, secundados por los daneses, cuya existencia se pudo complicar con el empate ante Sudáfrica. Los escandinavos seguían agarrándose a los talentos surgidos en su tierra, cuya magia estaba tocando a su fin: los hermanos Laudrup, Brian y Michael, Helveg y el gigantesco Peter Schmeichel en la portería.
Zinedine Zidane, mostraba su peor cara al ser expulsado en el segundo encuentro, contra Arabia Saudí, le supuso una sanción hasta cuartos de final.

El grupo D, vivió el enésimo batacazo de la selección en un Mundial. Con la baja de Guardiola, España mezclaba dos generaciones distintas cuya convivencia parecía presagiar grandes resultados, los Raúl, Morientes, Kiko y Luis Enrique junto a Hierro, Alkorta, Nadal y Zubizarreta, cuya participación estuvo marcada por el error ante los africanos.

La presión de la inesperada primera derrota, ante Nigeria, y la excelente concepción del fútbol defensivo y práctico que mostró Paraguay, con un inmenso Chilavert escoltado por una férrea zaga con Ayala, Gamarra, Arce y Rojas, hizo que el liderato recayera en Nigeria. Unas "águilas verdes" que combinaban la velocidad con la técnica, de las botas de West, Oliseh, Amokachi, Babangida, Yekini y la clase de dos hombres: Finidi y Okocha.

La otra selección que acompañó a España en su vuelta a casa fue Bulgaria, basada en su pletórica vieja guardia (Penev, Ivanov, Balakov, Kostadinov y Stoitchkov), ofrecieron su último servicio a la nación en esta Copa, con una triste despedida en forma de abultada derrota ante los nuestros, por 6-1, que fue estéril para los intereses de los chicos de Clemente. Precisamente la única victoria de la selección fue en Lens, ciudad que acoge al club más español de toda la Liga francesa.

El grupo E, tenía como favoritos a los Países Bajos y a México, la alternativa de los "diablos rojos" belgas dependía de la capacidad de Scifo, quien disputaba su cuarto Mundial. La prolífica cantera holandesa volvía a enfundarse el cartel de favoritos, con un equipo que brillaba en todas sus líneas: Van Der Sar en la meta, los hermanos De Boer, Frank y Ronald, Seedorf, Winter, Cocu, Davids, Overmars y los estiletes: Bergkamp, Hasselbaink y Kluivert.

Clarence Seedorf
Muñeco de Clarence Seedorf, durante su etapa en el Real Madrid.
El grupo F, fue un plácido remanso de paz para germanos y yugoslavos. Lothar Matthaus (Alemania) alcanzó al mexicano Antonio Carbajal como los futbolistas con más Mundiales disputados (cinco) y se convertía en el jugador con más partidos y más minutos: 25 encuentros y 2.048 minutos. El morbo, con tintes políticos, lo tuvo el Estados Unidos-Irán, con victoria para los iraníes por 1-2.

El grupo G, tenía a ilustres inquilinos que se apoyaban en bloques compuestos por futbolistas curtidos en mil batallas. Dicha apuesta salió mejor a los rumanos, quienes llegaron a teñirse el pelo de dorado tras doblegar a Inglaterra (2-1). Hagi pervivía como el faro que iluminaba a un conjunto en el que Popescu, Munteanu, Lacatus y Petrescu seguían como referentes ante la mirada de unos aprendices como Ilie y Galca.

Colombia, por su parte, tenía la misma filosofía de buen toque, con la rubia cabellera de Valderrama como eje, junto al trabajo de Serna y la velocidad de Asprilla y Rincón. Pero los ‘cafeteros’ no pudieron revivir los éxitos de 1990 y volvían a marcharse antes de tiempo. Inglaterra acabó segunda, con esa vitola de candidato a todo que les conduce a terminar por no conseguir nada.

El grupo H, tuvo a una intratable Argentina que llegó al pleno de victorias gracias a la efectividad de su artillero Batistuta, ídolo de la Fiorentina italiana, que entraba en la historia del fútbol al materializar su segundo hat-trick en una Copa del Mundo (ante Grecia en 1994 y contra Jamaica en 1998), su triplete en esta Copa del Mundo tuvo otro récord, sólo necesitó 11 minutos para conseguirlo.

A la fiesta de la albiceleste le acompañaban los croatas en una liguilla que solventaron sin problemas ante unos invitados que habían llegado para disfrutar del evento: Jamaica y Japón.

Prosinecki también escribía su nombre en los anales del torneo, al anotar en dos Mundiales con selecciones distintas, en Italia 1990 con Yugoslavia, y en esta edición con Croacia.

Octavos de final:
  • Brasil 4-1 Chile
    La ‘verdeamarela’ se llevaba uno de los clásicos de sudamérica. El centrocampista César Sampaio, que nunca destacó como goleador, marcaba dos tantos a la ‘Roja’ que se mostraba imprecisa y nerviosa en defensa. Con 3-0 se llegó al descanso, en el segundo tiempo Ronaldo conseguía su particular doblete, el primero de penalti, Marcelo Salas maquillaba el resultado para los chilenos.
  • Italia 1-0 Noruega
    Los escandinavos no tenían nombre, pero sí mucho oficio y trabajo. Su jugador más mediático, Solskjaer era utilizado como revulsivo desde el banquillo para ayudar a una torre que hacía jaque en el terreno de juego, Andre Flo: un espigado delantero.
    Italia, por su parte, tenía una grandísima escuadra repleta de estrellas: Pagliuca, Bergomi, Maldini, Cannavaro, Costacurta, Nesta, Albertini, Del Piero, Dino Baggio, Roberto Baggio, Di Livio, Di Matteo, Inzaghi, Chiesa y Vieri.  Aquella tarde de Marsella, un solitario gol del por entonces delantero del Atlético, Vieri, bastó para frenar el ímpetu noruego.
  • Nigeria 1-4 Dinamarca
    A priori era uno de los enfrentamientos más igualados, hasta que a los 3 minutos la nefasta defensa de las ‘águilas verdes’ hizo aguas. El resto del encuentro fue un cómodo paseo de los hermanos Laudrup hacia los cuartos de final.
  • Francia 1-0 Paraguay
    La ‘albirroja’ complicó el duelo de octavos a los anfitriones, agazapada, la selección guaraní esperaba su oportunidad en las contras mientras el orden se instalaba en su zaga. Cuando ambos equipos se disponían a elegir sus candidatos para la tanda de penaltis, apareció Blanc para marcar en el 113´y dar por terminado el partido. Aquel tanto pasaba a la historia como el primer “gol de oro” de los Mundiales.
  • Alemania 2-1 México
    La bestia negra de los aztecas volvió a aparecer, un enfrentamiento que se ha repetido varias veces en las Copas del Mundo, con idéntico resultado, aunque en este ocasión de una forma más cruel. El extravagante cancerbero de la Tricolor, Jorge Campos, estaba cuajando una gran actuación, frenando el ataque teutón.
    El partido se ponía de cara para los mexicanos cuando en el segundo tiempo, el rubio Luis Hernández anotaba, de manera habilidosa, aprovechando un balón de Cuauhtemoc Blanco. Pero, en el minuto 74’ un error de la zaga azteca propició el empate, obra de Klinsmann y más tarde Bierhoff cabeceaba a la red, un gran especialista en el juego aéreo. Alemania se clasificaba, mostrando más dudas que buen juego, exhibiendo una debilidad nunca antes vista en la Mannschaft.
camiseta México en el Mundial
  • Países Bajos 2-1 Yugoslavia
    Los balcánicos eran una de las incógnitas del torneo, tras las suspensiones deportivas a la que fue sometida la federación yugoslava por causa de la guerra, llegaban con el orgullo herido y una pléyade de jugadores interesantes que despuntaban en España e Italia: Mijatovic (Real Madrid), Jokanovic (Tenerife), Jugovic (Lazio), Stojkovic, Mihajlovic (Sampdoria), Djukic (Valencia), Savicevic (Milan), Milosevic (Zaragoza) y Kovacevic (Real Sociedad).

    El duelo de octavos se antojaba apasionante e igualado, y así transcurrió con los holandeses tomando ventaja en el marcador, por mediación de Bergkamp, y los yugoslavos empatando poco después de la reanudación. Pudieron adelantarse los 'plavi', pero Mijatovic, que no tuvo un buen Mundial, reventaba el balón contra el larguero. Cuando la prórroga parecía el destino del encuentro, apareció sorpresivamente Davids con un zapatazo desde fuera del área en el descuento del choque.
  • Argentina 2-2 Inglaterra (ARG por penaltis)
    Uno de los clásicos de la Copa del Mundo, alimentado por partidos que han marcado parte de la historia del torneo como el de 1966, con Rattin como protagonista, o en 1986, con Maradona haciendo olvidar la derrota en la Guerra de las Malvinas, hacían de este choque de octavos un polvorín. Inglaterra traía una selección tan potente como la de 1966 o 1990, con jugadores como Paul Ince, Campbell, Tony Adams, Beckham, Shearer, McManaman, Paul Merson, Scholes y Owen.

    La 'albiceleste' quería olvidar el adiós del '10', y daba la oportunidad a muchos de los jóvenes que habían participado en los JJ.OO de Atlanta 1996. La mezcla de generaciones daba un combinado competitivo formado por Roa, Ayala, Almeyda, Sensini, Chamot, “piojo” López, Simeone, Ortega, Verón, Zanetti, Gallardo, Crespo y Batistuta.
    Argentina
    Precisamente, Batigol abrió la cuenta del marcador, de penalti para ser nivelada con otra pena máxima, obra de Shearer. Acto seguido, la balanza caía del lado de los ‘pross’ cuando Michael Owen culminaba una veloz galopada -siendo, con 18 años, el jugador más joven en anotar un gol en los Mundiales-. El ritmo del partido era vivo y fulgurante, en el últimos suspiro de este atractivo primer tiempo, Zanetti ejecutaba una jugada de pizarra para equilibrar de nuevo la contienda .

    El buen juego cedió el testigo a la tensión en los siguientes 45 minutos, fruto de ella, Beckham fue expulsado después de caer en la trampa que le tendió el astuto Simeone.
    expulsión Beckham
    Sin goles acabó tanto el segundo tiempo como la prórroga, por lo que los 11 metros fueron el lugar para decidir el cuartofinalista. Si Beckham había sido el villano, junto a Simeone, del choque, Roa fue el héroe al atajar, el por entonces arquero del Mallorca, dos lanzamientos y cerrar otro inolvidable nuevo clásico para el fútbol.
  • Rumanía 0-1 Croacia
    Croacia seguía creciendo en el campeonato, en el camino dejaba a una Rumanía que pareció llegar cansada a la cita. Suker, de penalti, colocaba a su novata selección ajedrezada entre los 8 mejores equipos del mundo.
Cuartos de final:
  • Italia 0-0 Francia (ITA por penaltis)
    El clásico duelo europeo comenzaba con un ritual que se iba a convertir en habitual de este campeonato, con el beso del central Blanc a la calva del meta francés Barthez.
    Beso de Blanc a Barthez
    Uno de los alicientes del enfrentamiento era la vuelta de Zidane tras la sanción de dos partidos, encontrando entre sus rivales a gran parte de sus compañeros de la Juventus.
    A pesar del empate final, el partido dispuso de multitud de oportunidades para ambos bandos.

    En los penaltis, Roberto Baggio se redimió con los 11 metros en un Campeonato del Mundo, al anotar, tras su error en la tanda de 1994. Francia venció por 4-3, Albertini no acertó con su lanzamiento, atajado por Barthez y Lizarazu falló por los galos. La responsabilidad se posó sobre Di Biagio quien erró, mandando el balón al travesaño. Era la tercera Copa del Mundo consecutiva en la que la tanda de penaltis (Argentina en 1990, Brasil en 1994 y Francia en el 1998 ) privaba a la 'azzurra' de la consecución del título.
  • Brasil 3-2 Dinamarca
    La ‘canarinha’ llegaba con menos talento, más músculo y una capacidad de creación algo más reducida a esta Copa del Mundo. Taffarel en la meta, Cafú y Roberto Carlos ofrecían verticalidad en las alas, pero el centro del campo era férreo para proteger a Aldair y Baiano, dicha misión correspondía a Dunga y Sampaio. A partir de ahí, libertad de acción para Leonardo y Rivaldo, dejando el ataque a la dupla Bebeto-Ronaldo. Un 4-2-2-2 tantas veces utilizado en Brasil y tan desaprovechado e incomprendido en Europa.
    El partido comenzó trepidante, eléctrico, en 10 minutos el marcador arrojaba un empate a un gol, Jorgensen y Bebeto. Más tarde, Rivaldo ponía por delante a la ‘verdeamarela’ asistido por un Ronaldo colosal, rápido, generoso, letal e imparable, descolgándose unos metros para recoger el balón y distribuir. Brian Laudrup nivelaba el choque en el segundo tiempo que terminó decidiéndose en un lanzamiento desde fuera del área de Rivaldo, marca de la casa: raso y ajustado.
  • Alemania 0-3 Croacia
    Los teutones parecían un enfermo en esta Copa del Mundo, un estado comatoso del que tantas veces han salido con esa capacidad natural que tienen cuando se ponen a jugar al fútbol. La ‘Mannschaft’ era más plana que en otras ocasiones: Matthaus ejercía de líbero y Klinsmann y Bierhoff de arietes, pero faltaba magia en el equipo, sólo Hassler parecía diferente en un equipo tan encorsetado.

    Croacia podía acusar la ‘novatada’ pero tenía buenos argumentos con una escuadra muy compensada: Ladic en la meta, con Bilic, Jarni, Soldo, Tudor y Simic en la retaguardia, en la medular jugadores talentosos como Boban, Stanic y Prosinecki, la delantera era propiedad de Vlaovic y un enchufadísimo Suker.

    La expulsión de Woerns en el lado alemán, en el 40’, condicionó el desarrollo del partido. Jarni adelantó a los balcánicos con uno de sus habituales zurdazos. Alemania amenazaba a balón parado y Croacia a la contra, pero la historia del fútbol siempre ha caído del lado germano, excepto algunas noches, y aquel fue una de esos momentos. Vlaovic y Suker hicieron de verdugos y el enfermo cayó.
escudo Croacia, Croatia, Hrvatska
  • Países Bajos 2-1 Argentina
    Con el recuerdo de la final de 1978, se disputó otro de los grandes choques de esta edición. Kluivert anotó para los holandeses con una asistencia portentosa de Bergkamp y el “piojo” López explotó una de sus principales armas: la velocidad, que combinada con su habilidosa zurda sumaban el empate para Argentina.
    Cuando los 90 minutos amenazaban con cerrar el encuentro, Bergkamp decidió que era el momento de sacar de la chistera sus cualidades, y con el exterior del pie mandaba a la ‘albiceleste’ a casa. Durante el encuentro fueron expulsados dos jugadores: el “burrito” Ortega por propinar un cabezazo a Van der Sar y anteriormente Numan por los Países Bajos. 
Semifinales:
Brasil 1-1 Países Bajos (BRA por penaltis)
Ronaldo centralizaba el peligro ofensivo de Brasil y con esa consigna la medular y la zaga de la “naranja mecánica” saltaron al césped con la misión de pararlo, aunque fuera con faltas, bajo la permisiva mirada del colegiado. En el segundo tiempo, el astro carioca se adentraba entre los centrales holandeses para anotar. El gol de Kluivert ponía la emoción y la prórroga al partido en los últimos instantes.

En los 30' añadidos, el electrónico no se movió y los 11 metros volvían a ser los jueces de una eliminatoria de Francia 1998. Brasil hizo pleno en la tanda, mientras Cocu y De Boer echaban por tierra las opciones de los Países Bajos de pisar otra final.
Ronaldo, Brasil
Francia 2-1 Croacia 
Los anfitriones ante la revelación del toneo, Suker puso el miedo en el cuerpo en el Stade De France, su quinto gol en la Copa hacía que el sueño galo de alcanzar la final se difuminara. Y fue entonces cuando apareció el invitado menos esperado, el lateral derecho de los ‘bleus’, Thuram, que anotaba dos goles, los únicos que lograría en su carrera internacional para devolver la fe a Francia y remontar el encuentro. La final esperaba a los galos sin Blanc que fue expulsado en esta semifinal.
Final 
Francia 3-0 Brasil
Era el partido deseado por los organizadores para cerrar el campeonato. Francia se volcaba con su selección que acudía por primera vez a una final tras dos terceros puestos (1958 y 1986) y un cuarto lugar en 1982.

El problema que tenían los ‘bleus’ era el gol, ni Djorkaeff ni Guivarch parecían los hombres adecuados y tanto Henry como Trezeguet pecaban de novatos. El resto de líneas estaba bien cubiertas con piezas claves como Zidane, a lo mariscal de campo, junto a Petit y en la retaguardia un jugador inteligente como Deschamps haciendo de líbero para cubrir una defensa de 4 donde Desailly y Leboeuf eran los centrales y Lizarazu y Thuram recorrían el lateral de arriba a abajo. La portería estaba defendida por el irregular Barthez, un arquero más mediático que efectivo, pero que cuajó un buen campeonato.
Aquella noche los galos se encontraron a una Brasil diezmada, con un Ronaldo en un estado de salud precario habiendo sufrido un síncope y convulsiones horas antes del encuentro, sin el concurso del '9', la ‘canarinha’ sufría porque ni Bebeto estaba en su mejor momento, Roberto Carlos tenía el camino del lateral cerrado brillantemente por Karembeu, Rivaldo no parecía poder con tanta responsabilidad ofensiva y Romario estaba en casa por decisiones técnicas.

Zidane golpeó dos veces seguidas, ambas de cabeza en sendos saques de esquina para adelantar a Francia e inscribir el nombre de campeón, la rúbrica final llevó la firma de un trabajador Petit que cerraba así la historia del primer título para Francia.

 Francia 1998
  1. Francia
  2. Brasil
  3. Croacia
  4. Países Bajos

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