jueves, 8 de diciembre de 2016

Moonspell ofrece a Madrid el lado más oscuro de la luna

El grupo gótico portugués Moonspell regresaba a Madrid con motivo del multitudinario tour 'Road To Extinction', el cual vivía una segunda parte tras haber sido presentado el disco durante 2015, con gira incluida por España durante aquella primavera.

La enésima vuelta de tuerca al inclasificable estilo musical de Moonspell había supuesto que el décimo trabajo, 'Extinct', estuviera marcado por un techno muy oscuro, en un extraño cruce entre Depeche Mode y Type O Negative, al cual le combinaba muy bien el metal sinfónico. Un trabajo de gran aceptación tanto por crítica como por público, acostumbrado a los inesperados cambios de registro de los lisboetas, quienes al igual que Paradise Lost, su creatividad nunca deja de sorprender.

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Der Weg Einer Freiheit y Moonspell en la Sala Changó, 7 de diciembre de 2016
Antes de que saltaran los lusos al escenario de la coqueta y reducida sala chamberilera, la atención se centró sobre un trío de complicado nombre y potente ejecución: Der Weg Einer Freiheit, procedentes de Baviera, los cuales realizaron un curso acelerado de black metal con el menor número de instrumentos posibles. Pese a ello, sonaron con una contundencia descomunal, demostrando que hay futuro en esta joven formación germana.


Después de la habitual espera entre grupo y grupo, llegó la entrada de Moonspell a la Sala Changó, bajo la melodía de Perverse... Almost Religious, el tema que abría el disco 'Irreligious'. Precisamente, los dos cortes siguientes elegidos por el quinteto luso fueron Opium y Awake, también perteneciente al mismo álbum. El cantante Fernando Ribeiro aprovechó para anunciar la sorpresa de la noche, que no era otra que homenajear precisamente a ese disco, 'Irreligious', que cumplía dos décadas, en una noche en la que desgranaría todos los temas del segundo trabajo de su carrera.



El Ojo de Horus no dejó de observar la hora siguiente, cayendo uno tras otro los éxitos del citado disco de 1995, el que terminó por abrir las puertas de Moonspell al mundo entero, tras haberse entreabierto con 'Wolfheart' (1994).


Hablando de abrir puertas y golpearlas, Ribeiro no pudo resistirse a interpretar, de forma teatral, Vampiria para después atacar con Alma Mater, el primer tema internacional de Moonspell, el que ha servido de denominación de origen del grupo, donde fluyen las notas del teclado entre la guitarra y el bajo, mientras Ribeiro alterna una voz gutural con otra más melódica.

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Tras una breve pausa, Moonspell regresó para tocar, ahora sí, tres de los nuevos cortes del último disco, 'Extinct', la dulce Domina, uno que va camino de convertirse en un nuevo himno, Breathe (Until We Are No More), y otro menos imaginado, The Future Is Dark. con un baño de discurso previo de realidad política. Ambos sirvieron de antesala para el lógico cierre, el que lleva produciéndose desde hace mucho tiempo: Full Moon Madness, tan embriagador como siempre, tan mágico como ver asomar la luna llena entre las nubes.

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Las bandas musicales son como las personas: estrechan lazos con ciertas ciudades que al principio son ajenas y luego acaban convirtiéndose en un segundo hogar. El idilio de Moonspell con Madrid viene ya de lejos, agigantándose cada ocasión que los lusos visitan a sus vecinos españoles, presos de este magnetismo que ejerce tanto la luna como el sonido de Moonspell.

domingo, 6 de noviembre de 2016

Tarja Turunen: Los ángeles vienen de Finlandia

Pocas voces femeninas en la historia del rock han llegado a la perfección que siempre ha desprendido Tarja Turunen al cantar. Estuvo durante casi una década tras el micrófono de Nightwish, haciendo del grupo finlandés uno de los grandes referentes del metal sinfónico en el planeta.

Los registros vocales como soprano siempre han situado a la nacida en Karelia en un espacio entre la música clásica, permitiéndose hacer un álbum solo con versiones del Ave Maria de distintos compositores, hasta el metal sinfónico, practicado con Nightwish, moviéndose en ambos campos con idéntica soltura y buscando el equilibrio entre dos estilos tan aparentemente dispares.

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Tarja Turunen, durante su actuación en la Joy Eslava de Madrid
Justo en el momento en el que la formación estaba alcanzando su cénit musical y comercial, tras la publicación del aclamado disco 'Once' (2004), llegó la expulsión de Tarja por grandes diferencias personales entre ellas y el resto de la banda, argumentos recogidos en una carta que servía de epitafio a una aparente bonita relación que tenía demasiadas espinas en su interior y en la que se señalaba, además del ego de Tarja como causante, también como culpable a Marcelo Cabuli, pareja de Tarja, quien contraatacó acusando a otro de los fundadores del grupo, Tuomas Holopainen, de tomar tal decisión por una cuestión de celos con la propia cantante.

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Este culebrón nórdico provocó el inicio de la carrera en solitario de Tarja y la búsqueda en Nightwish de una sustituta que luego a la postre volvería a ser revelada cinco años después. 

Tarja Turunen en la Sala Joy Eslava de Madrid, el 5 de noviembre de 2016 

La Sala Joy Eslava de Madrid era el recinto elegido para que Tarja presentara su nuevo disco, cerca del Teatro Real, un lugar muy acorde para esta reina a la que han abarrotado la corona y que ahora se pasea por recintos más coquetos, dejándose abrigar por el calor del público, su público de siempre, el cual no le ha dejado de lado y echa de menos.

Un grupo tan apropiado como los italianos Sinheresy, quienes comenzaron haciendo versiones de Nightwish en sus comienzos, fueron los encargados de hacer tiempo para Tarja. El juego de voces masculino y femenino de los transalpinos junto a la propuesta cercana al heavy metal y metal sinfónico convenció al abarrotado teatro, donde ya no cabía un alfiler, expectantes ante el regreso de su sirena escandinava.

Hubo que esperar más de media hora para que la intensidad de las luces anunciara la llegada de los músicos que acompañan a Tarja en esta nueva aventura en solitario. Un quinteto que fue desfilando para dejar los últimos aplausos para ella, el primero de los muchos que se llevaría.

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Y es que la abarrotada Joy Eslava estaba entregada casi desde el inicio, ensimismada ante la eterna sonrisa de Tarja, quien intentaba hablar en castellano entre tema y tema, mientras desgranaba el último trabajo 'The Shadow Self', donde se alternan canciones más melódicas con otras con más ritmo, evidenciando que Tarja se mueve igual de bien con cualquier tipo de música mientras encuentra su rumbo musical, algo más esclarecido tras escuchar este álbum.

Si la letra de Eagle Eye pudo ser considerada la primera referencia velada a su etapa de Nightwish, de un modo metafórico. El recuerdo a su paso por el grupo finés fue completo cuando arrancó un 'medley' compuesto por varios cortes, desde el archiconocido Ever Dream siguiendo con The Riddler y finalizando con Slaying The Dreamer.


Tarja no quiso abusar del recurso fácil de cualquier excantante de reinterpretar todos los éxitos del pasado, sino que fue fiel a sí misma y siguió repasando su carrera en solitario, que sin ser tan brillante como cuando era parte de Nightwish termina siendo resultón, máxime si ofrece sus mejores éxitos en acústico, en una versión más íntima, donde Until Silence, The Reign y I Walk Alone sonaron majestuosas, acompañada de un cello y una guitarra española.

Tarja, Joy Eslava, Madrid,

La comunión entre la audiencia y Tarja era perfecta y completa, casi de sumisión, perdonando que incluso partes del show estuvieran grabados, disculpando que su español no haya mejorado con los años y queriendo olvidar que no hubiera tocado ningún tema más de Nightwish, que ya habría elevado a antológico el nivel del espectáculo ofrecido.

Love To Hate y Too Many, cuya influencia del Ghost Love Score en el coro resulta innegable, subieron la intensidad del último tramo antes del consabido descanso, el cual cedió paso a los tres últimos cortes de la noche: Innocence, Die Alive y Until My Last Breathe, donde la complaciente Tarja hacía honor al título del tema, dando hasta la última gota, hasta su último aliento entre brincos y palmas.


Con ello se cerraba el repertorio, reviviendo los viejos tiempos y el sabor de la victoria, provocando que Tarja no dejara de dar las gracias, de emocionarse, la que fue tachada como fría y diva por sus excompañeros de Nightwish se mostraba cercana y sincera, quitando la razón a sus detractores y asintiendo a sus seguidores, pletóricos ante el regreso de su reina.

El cielo debe ser un sitio tranquilo donde Tarja Turunen canta en todos los rincones y esta noche la Sala Joy Eslava ha descubierto que los ángeles vienen de Finlandia.

sábado, 15 de octubre de 2016

Wayne Hussey y Craig Adams sobresalen con su 'Mission'

Se suele decir que las separaciones no traen nada bueno, aunque, a veces, distanciarse y ver las cosas con perspectiva puede suponer iniciar un camino alternativo que no se habría tomado anteriormente. El grupo británico The Mission sigue los pasos que ya marcaron bandas tan dispares como Dio, Megadeth o Gamma Ray, quienes tienen en común desvinculase de la formación matriz, casos de Black Sabbath, Metallica o Helloween, demostrando que los esquejes también pueden brotar, florecer y echar raíces.

Los músicos Wayne Hussey y Craig Adams fundaron The Mission en 1986, ambos eran exmiembros de Sisters Of Mercy, formación referencia del rock gótico que había nacido a finales de los setenta. El tándem Hussey y Adams pronto recogió los frutos, merced a la gran acogida de los discos editados entre 1986 y 1996, marchando a rebufo de los demás, pero a buen ritmo.

Si el objetivo de un grupo es disfrutar con lo que hacen y tratar de dejar huella, The Mission ha logrado incluir su nombre entre los referentes del rock, en la vertiente más oscura, aunque contradictoriamente su vuelta de tuerca al sonido de los Sisters daba como resultado una melodía más alegre y colorida.

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The Awakening y The Mission en la Sala But de Madrid, el 14 de octubre de 2016
No es fácil ser telonero cuando acumulas más de una década sobre los escenarios. Por ello, el combo sudafricano The Awakening cumplió con una nota alta en su aparición en la Sala madrileña But. Solo le faltó a Ashton Nyte algo de química con el público para haber rozado el sobresaliente, dado que no fallaron a la hora de hacer carburar a una audiencia ya entrada en edad y donde las canas triunfaban entre las cabelleras.

Con un leve retraso, The Mission hizo aparición sobre las tablas del local del barrio de Chamberí. Cerrando el quinteto se encontraba Wayne Hussey, tan dicharachero como de costumbre, acompañado de una botella de vino, como viene siendo habitual, y dispuesto a repasar tres décadas de los mejor de su cosecha.

The Mission, Madrid, Wayne Hussey, Craig Adams, Sala But,

El set del repertorio no dejaba de dudas de las intenciones, arrancando de golpe con Beyond The Pale, Serpent's Kiss y Like A Hurricane. Con un nivel tan alto era lógico que existieran altibajos cuando fueron salpicando temas de los discos más nuevos, el último recientemente editado hace escasos meses.


Como si todo estuviera medido, y haciendo de nuevo un guiño a los seguidores más clásicos, Hussey, reinterpretó el Like A Child de un modo más acelerado a la versión habitual, movido bajo los hilos del bajo de Craig Adams, quien se iba animando a cada minuto, y bañado bajo la sensual voz de la corista femenina, la gran sorpresa de esta gira, un contrapunto sonoro que recordaba a la etapa más oscura de los Sisters, cuando Hussey y Adams eran parte del gran combo británico.


La primera parte del concierto terminaba con otra apuesta fuerte y bien calculada. Met-Amor-Phosis, perteneciente al último trabajo, encajaba a la perfección entre tres clásicos como Severina, Tower of Strength y Wasteland, terminando así el primer bloque de la noche.


Tras el descanso La sensualidad mostrada con la sentida revisión del Bird Of Passage en formato acústico dio paso a una de las canciones más hermosas y dulces de la historia del rock, Butterfly On A Wheel, evidenciando que uno de los grandes logros de The Mission fue popularizar el gótico y llevarlo a las pistas de baile a través de los teclados y la suave voz de Hussey.

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Craig Adams (i), con el bajo y Wayne Hussey (d), a la guitarra.
Para poner el broche final a esta nueva exhibición y derroche de talento de los Mission, escogieron un corte muy apropiado. El estribillo de Deliverance se eternizaba mientras Hussey se mezclaba con el público y Adams dibujaba esa atmósfera única a través de sus cuatro cuerdas. "Brother, sister, give me deliverance", clamaba Madrid, banda y público, fundiéndose en un solo lema, hermanándose, cerrando esta comunión perfecta de casi dos horas de duración que valen por otros treinta años.

viernes, 30 de septiembre de 2016

Norman Whiteside, el norirlandés que superó a Pelé

Pocas personas en España se acordarán de Norman Whiteside. El futbolista norirlandés, en cambio, nunca olvidará su paso por España en el verano de 1982, cuando participó en la duodécima edición de la Copa del Mundo de fútbol.

La carrera deportiva de Whiteside fue demasiado corta, casi sin tiempo para dejar huella, pero en cambio su debut en los Mundiales fue tan impactante que ha pasado a los libros de historia, superando incluso a uno de los mayores iconos de todos los tiempos, a Pelé.


El Manchester United se adelantó, al principio de la década de los ochenta, a las intenciones de Liverpool e Ipswich Town de hacerse con un joven futbolista de Belfast cuya fama crecía, entre otras cosas, por haber llegado a anotar diez dianas en un partido juvenil ante un rival que casi le doblaban en edad.

Norman Whiteside, foto propiedad del usuario apasciuto de Wikimedia

La sombra de Best
El ojeador Bob Bishop, quien previamente había descubierto al mayor mito norirlandés del fútbol George Best, fue el responsable de llevar a Whiteside al United, club del que eran seguidores tanto él como su familia.

Whiteside siempre trató de quitarse la presión de ser comparado con Best, quien había dejado el club de los 'diablos rojos' en 1974 como una auténtica leyenda.

"La única cosa que tengo en común con George Best es que venimos del mismo lugar, el juego en el mismo club y fuimos descubiertos por el mismo hombre", un mensaje que no dejaba de repetir desde 1984, sintiendo la sombra de George Best planeando sobre su cabeza, máxime ahora que defendía también los colores del Manchester United.

Estatua en Mánchester con las tres leyendas del United: George Best, Denis Law y Bobby Charlton
El revienta récords
A pesar de los problemas físicos de Whiteside, iniciados con una lesión que arrastraba desde los 15 años y que seguía dejando secuelas, el joven delantero iba poco a poco superando registros de precocidad.

Whiteside no paraba de pulverizar registros en 1982. En abril se convirtió en el futbolista más joven en participar en el primer equipo del United, relevando a Duncan Edwards, el gran referente que había fallecido en el accidente aéreo de Múnich en 1958 y que ostentaba la marca desde 1953.  

Con 17 años rubricaba su primer contrato profesional con la entidad mancuniana por tres temporadas, refrendando su cartel de gran promesa con un gol ocho días más tarde de la firma, transformándose en el goleador más precoz de la historia del United. Pero todavía había más, el atacante irlandés pasaba de disputar la final de la F.A. Cup juvenil en aquel inolvidable 1982 a ser llamado por la selección absoluta de Irlanda del Norte.

El seleccionador Billy Bingham lo tuvo claro y contó con Whiteside en la convocatoria para el Mundial de España, pese a tener una corta carrera a su espalda de tan solo un par de partidos al máximo nivel.


Whiteside supera a Pelé en Zaragoza

El 17 de junio de 1982, Irlanda del Norte iniciaba su participación en su segundo mundial con el imberbe Whiteside como titular. El delantero del United, cuyo aspecto parecía el de un jugador más maduro, portaba el número 16 en el dorsal, casi la edad que tenía en su carné.

Irlanda del Norte empataba con Yugoslavia sin goles en La Romareda de Zaragoza, en un partido que pasaba a la historia porque Whiteside, a sus 17 años, 1 mes y 10 días, rebajaba la plusmarca que había dejado Pelé en 1958, cuando se estrenó en la Copa del Mundo con 17 años y 7 meses.


El prometedor papel de Irlanda del Norte en el Mundial de España se vio frenado en la segunda fase, donde empataban con Austria (2-2) y perdían con Francia (1-4).

La carrera deportiva de Whiteside desgraciadamente tomó un rumbo similar al de su selección en 1982. La gran esperanza del United cumplió a medias con su cometido. Whiteside se trataba de un delantero con escasa velocidad pero con gran manejo de pelota, lo que le llevó al centro del campo en sus últimos días, que se desenvolvía bien en espacios pequeños y que podía culminar las jugadas tanto dentro del área como con su certero golpeo desde el exterior, no muy potente pero sí colocado.

El atacante vistió la camiseta del United desde 1981-89, en una de las etapas más grises en cuanto a títulos de los 'red devils', la cual cambiaría de signo con la llegada de Ferguson a Old Trafford en 1986.  Ese mismo año, en México y con Argelia como rival, Whiteside lograba el primer tanto de su Selección en el Mundial, engordando sus datos personales.


Toda la premura que marcó su vida profesional en el debut también estuvo presente en su precipitada despedida. Los problemas en la rodilla derecha que lastraba desde los 15 años hicieron que el ya jugador del Everton colgara las botas con poco más de 26 años. De este modo tan brusco se cortaba el sueño futbolístico de Whiteside. El hombre que fue comparado en sus primeros momentos con George Best y que terminó superando a Pelé en una Copa del Mundo. Un récord que todavía posee y que será difícil de arrebatar.

domingo, 21 de agosto de 2016

Neymar fulmina la maldición del oro olímpico de Brasil

En pocos países del mundo se vive el fútbol con tanta pasión como en Brasil. El deporte rey es una religión para una nación que se ha coronado hasta cinco veces campeón del mundo. Un logro que contrastaba con la decepción acumulada en los Juegos Olímpicos, donde el reinado se resistía, hasta que un penalti lanzado por Neymar ha terminado con una maldición de más de medio siglo de duración.

La 'canarinha' fue poco a poco, en especial desde la irrupción de Pelé, convirtiéndose en el gran referente del fútbol en el planeta, en el paradigma del éxito, del juego bonito y del gusto exquisito por tratar el cuero. El Mundial de 1958 fue la gran explosión y la Copa del Mundo de 1970 terminó siendo la confirmación definitiva de un estilo que coleccionaba admiradores e imitadores por todo el planeta.

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Dejando aparte la Copa América, donde Uruguay y Argentina han ido tomando ventaja en el palmarés del torneo a la 'Seleçao', los Juegos Olímpicos se transformaron con el tiempo en el pequeño gran fracaso del fútbol brasileño.

El fútbol en el certamen olímpico
El fútbol es una de las disciplinas más veteranas del certamen olímpico. Desde la edición de París en 1900, y con la salvedad de Los Ángeles 1932, el fútbol masculino, al que se le sumó el femenino a partir de Atlanta 1996, han sido parte del programa de los Juegos.

Las dos primeras ediciones que contó con el fútbol, 1900 y 1904, tuvieron como participantes a combinados amateurs, no a naciones, provocando que el Comité Olímpico Internacioal (COI) reconociera sendos concursos, pero no así la FIFA. En cambio, la cita de 1906, no es aceptada por ninguno de ambos organismos.

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Londres 1908 se puede considerar como el comienzo de este complicado matrimonio entre el fútbol y los Juegos Olímpicos, el primero en el que COI y FIFA coinciden en considerarlo oficial y el primero en tener a selecciones absolutas.

Fútbol en los JJ.OO., Juegos Olímpicos, fútbol, football,La FIFA empezó pronto a tener recelo del éxito del fútbol en el torneo olímpico, el cual podía hacer sombra y restar importancia a su gran tesoro deportivo y económico, la Copa Mundial de Fútbol, organizada también cada cuatro años.

Especialmente porque desde 1952 a 1980 solo habían participado futbolistas amateurs, pero cuando el COI se planteó romper dicha norma y dejar a los profesionales entrar a formar parte, se topó con la negativa de la FIFA, temerosa de encontrarse con una dura competencia.

Los Ángeles 1984 y Seúl 1988 fueron el banco de prueba de un inusual sistema con una mezcla de amateurs y profesionales, dependiendo de la confederación a la que pertenecieran. Obviamente, los jugadores adscritos a la UEFA y Conmebol, es decir Europa y América del Sur, no eran profesionales por ser los organismos teóricamente más fuertes, teniendo total libertad para el resto de futbolistas de las otras cuatro asociaciones -América del Norte, Asia, Oceanía y África-.

La prueba salió fallida y para la siguiente Olimpiada, la de Barcelona en 1992, se instauró el modelo que persiste en la actualidad y que no es otro que la obligación de que todas las plantillas tengan jugadores sub-23, a excepción de tres futbolistas de edad mayor que podrán ser citados a la convocatoria.

De este salomónico modo, el COI mantenía el fútbol en su programa de los Juegos Olímpicos con la vistosidad de poder contar grandes jugadores y grandes selecciones, pero sin quitar protagonismo a la gran fiesta del fútbol, la Copa Mundial de la FIFA.

Los doce asaltos anteriores al oro de Brasil
Brasil ha participado en trece ocasiones en los JJ.OO., incluyendo Rio 2016, desde que se estrenara en Helsinki 1952. En la cita finlandesa, con Vavá como principal abanderado del equipo, cayeron en los cuartos de final ante la República Federal de Alemania. El oro en aquella ocasión fue para la Hungría de los 'mágicos magiares' liderada por Puskás, Czibor, Hidegkuti... Un metal que parecía mostrarse siempre esquivo a la 'verdeamarela'.


                                           JJ.OO.RondaEstrella
                                         Helsinki 1952   Cuartos de final        Vavá
                                            Roma 1960     Fase de grupos        Gérson
                                            Tokio 1964    Fase de grupos    Roberto Miranda
                                         México 1968     Fase de grupos        Ferretti
                                           Berlín 1972     Fase de grupos        Falcao
                                         Montreal 1976     Semifinales        Junior



Brasil tuvo que vivir seis fracasos olímpicos consecutivos antes de ocupar al podio por primera vez, con Los Ángeles como sede y la plata como premio.


JJ.OO.RondaEstrellas
Los Angeles 1984PLATADunga
Seúl 1988PLATABebeto, Romario, Mazinho
Atlanta 1996BRONCEDida, Aldair, Roberto Carlos, Bebeto, Ronaldo, Rivaldo
Sidney 2000Cuartos de finalRonaldinho, Geovanni
Beijing 2008BRONCEThiago Silva, Pato, Ronaldinho, Marcelo, Diego
Londres 2012PLATAThiago Silva, Marcelo, Oscar, Neymar

A pesar de contar con grandísimas estrellas, Brasil no pudo subirse en las Olimpiadas siguientes a la parte más alta del cajón olímpico en fútbol, conformándose con tres platas y dos bronces. El éxito del oro sí lo pudieron conseguir el resto de campeonas del mundo, de alguno u otro modo, como:
  • Inglaterra -encuadrada dentro del Reino Unido- (1908 y 1912)
  • Uruguay (1924 y 1928)
  • Italia (1936)
  • Alemania, si bien fue la República Democrática de Alemania (1976) 
  • Francia (1984)
  • España (1992)
  • Argentina (2004 y 2008)
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Medalla de bronce entregada en los JJ.OO. de Moscú 1980. Foto subida a wikimedia por Gary Abraham

El peso de ser anfitrión
Aunque Brasil sabe ganar como anfitrión, no en vano ha logrado vencer en las cuatro ocasiones en las que ha ejercido como local en la Copa América (1919, 1922, 1949 y 1989), en la memoria colectiva han pesado más los sonoros fracasos de la Copa del Mundo cuando jugaba en casa, los de 1950 y 2014.

La derrota ante Uruguay en el último partido de la fase final de la Copa del Mundo de 1950 es, además de uno de los encuentros más recordados de la historia del fútbol, el mayor azote deportivo recibido por Brasil. El denominado como 'Maracanazo' privó a la 'Seleçao' de un Mundial que ya rozaban con las yemas de los dedos y al que le valía hasta un empate con los charrúas.

Pasaron más de seis décadas para que la 'canarinha' sufriera un descalabro similar. El Mundial de 2014 celebrado en Brasil asomaba en el calendario como la mejor receta para terminar con las pesadillas deportivas de la pentacampeona. Las noticias eran positivas para los organizadores: España, vigente campeona en aquel momento, caía en la ronda de grupos y los anfitriones respondían en las eliminatorias ante dos viejos conocidos como Chile, octavos de final y Colombia en cuartos.

El desastre se consumó en semifinales, en una mayúscula humillación de las que dejan cicatriz. Alemanía vapuleaba a Brasil con un histórico 1-7 en el estadio Mineirao de Belo Horizonte. Una derrota que se situaba a la altura del 'Maracanazo' dentro de los demonios futbolísticos de Brasil.

Buscando el oro en casa por partida doble
Brasil se disponía a cicatrizar en Río 2016 la herida todavía abierta por los fracasos consecutivos de los JJ.OO de Londres 2012 y el Mundial de 2014, en el decimotercero intento por hacerse con el oro y con el incómodo aliciente de jugar en casa, dados los últimos precedentes mundialísticos.

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Un desconocido, al menos para el aficionado europeo, como Rogério Micale era el encargado de llevar la batuta de la olímpica, con el barcelonista Neymar, único superviviente de la plata de los anteriores Juegos y ausente en el 1-7 ante Alemania, como gran estrella mediática y deportiva, como el guía al que agarrarse en este camino lleno de baches, una responsabilidad que podría haber compartido con Douglas Costa, pero el hábil extremo del Bayern no pudo acudir por lesión.

Junto al '11' del Barcelona se situaban en la convocatoria dos jóvenes talentos consagrados, casos de Marquinhos y Rafinha, y una buena colección de prometedoras figuras todavía por moldear, como Gabigol o Gabriel Jesús.

Brasil arrancaba el torneo olímpico tan temeroso e inseguro como los peores presagios podían aventurar, víctima de sus miedos como organizadora y de la presión por conseguir el oro. Los chocantes empates ante Sudáfrica e Irak dejaban a la 'Seleçao' al borde del precipicio contra Dinamarca, en el último encuentro de la primera ronda. Un contundente triunfo por 4-0 catapultaban a los brasileños en los cuartos de final frente a un contrincante habitual, Colombia, a la que Neymar y Luan sentenciaban.

Antes de que llegaran las semifinales frente a Honduras, la 'Seleçao' femenina fallaba en su intento por colgarse por primera vez el oro -tras dos platas en 2004 y 2008-, perdiendo en los cuartos de final por penaltis ante Suecia en el legendario Maracaná, testigo en el pasado de la derrota más recordada del fútbol brasileño, y cayendo más tarde en Sao Paulo, en la lucha por el bronce ante Canadá.

La doble derrota de las chicas puso en aviso al plantel masculino, que encaraba las semifinales ante Honduras. Un duelo que resolvió de un modo más sencillo de lo esperado con un contundente 6-0 donde destacaban Neymar y Gabriel Jesús.

La venganza se sirve como último plato
Como si fuera un guión cinematográfico, Brasil recibía en la finalísima a Alemania, su gran contrincante por ser los dos países más laureados y verdugo de su Mundial, en un estadio histórico como Maracaná, recinto de las grandes gestas y de la famosa derrota ante Uruguay en 1950.

No se podían juntar más circunstancias a la vez, o sí, dado que ambos colosos nunca habían conseguido un oro olímpico en fútbol, con el paréntesis de la presea de la República Democrática Alemana, de la cual no se sienten directamente heredera la federación alemana.


Neymar levantó al público carioca de sus asientos con un libre directo anotado a los 27 minutos que desataba la locura. La alegría era mitigada por tres golpeos de la madera de los germanos. Anticipando la debacle con el empate del capitán Maximilian Meyer, del Schalke, silenciando el estadio y rescatando los miedos de la grada.

El dominio brasileño no evitaba ni la temida prórroga, primero, en la que los teutones defendían con la confianza que les faltaba en el ataque y donde sorprendía el estilo timorato, ni los penaltis después, para añadir más dramatismo a una cita ya de por sí emotiva.

El error de Petersen, o el acierto de Weverton, al detener el quinto lanzamiento alemán ofreció la caprichosa y dramática posibilidad a que Neymar, único superviviente de la plata de Londres y máximo responsable moral del éxito o fracaso de esta edición, de sentenciar con la decisiva pena máxima. Un desafío que superó.

Los once metros que separan el punto de penalti de la portería fueron la distancia que necesitó Neymar pasar a la historia como el héroe que lograba el oro olímpico, cumpliendo con el objetivo que anteriormente otros mitos brasileños no consiguieron y enterrando de golpe todos los fantasmas del pasado.

jueves, 14 de julio de 2016

Iron Maiden reescribe su nombre en el libro de las leyendas

Iron Maiden se ha convertido en una especie rara dentro del panorama musical internacional. La formación británica lleva 40 años paseando orgullosamente su nombre por los escenarios de todo el planeta, sin recurrir a los viejos éxitos por decreto. Sin dar la impresión de necesitar un gira para recuperar antiguas sensaciones porque las ideas se han estancado. Sin reunir a glorias pasadas para aparentar que nada ha cambiado, cuando todo es distinto. Sin la obligación de editar un disco o publicar unos grandes éxitos para hacer caja.

La 'Doncella de hierro' ha grabado su decimosexto trabajo tras cinco años de silencio. Un lapso de tiempo que se ha hecho eterno para su legión de seguidores, pero que ha merecido la pena dado el resultado final.

'The Book Of Souls' no es un disco cualquiera. Ni siquiera uno más. El sexteto ha escrito una de sus obras más redondas. Un cautivador álbum compuesto por unos músicos sexagenarios que llevan décadas compartiendo shows y glorificando el nombre del heavy metal.

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Iron Maiden. Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid

The Raven Age fueron los encargados de telonear a Iron Maiden. Se trata de una formación inglesa de reciente creación que practica un metal melódico y que cuenta en sus filas con George Harris, hijo del bajista de los Maiden.

A pesar del aval de Steve Harris, el novel grupo ni desmereció la oportunidad ni pareció estar en la cita gracias al apellido. Es más, dejó gratas sensaciones en su puesta de largo en la capital española.


Un abarrotado Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid recibió al combo británico con el mismo calor que emanaba el alquitrán de la cercana calle Goya, víctima, como el sufrido público, de los excesos de temperatura del verano madrileño.

El magnetismo de Iron Maiden es tremendamente poderoso, propio de uno de los grandes mitos del rock. Un Olimpo privilegiado donde llevan un tiempo instalados, con trono en propiedad y vistas al resto de la humanidad.

El denominado como Dia del rock no pudo tener mejores anfitriones. Los Maiden lucieron su clásica puesta en escena con un decorado que envidiaría el propio productor de cine De Laurentiis y que en esta ocasión nos remontaba a la época precolombina, a un cruce entre la cultura maya y azteca, en uno de esos paseos por la historia que nos tiene acostumbrado la dupla Bruce Dickinson y Steve Harris, los cuales se mostraban tremendamente motivados, sin excesivo contacto entre ellos, pero con gran química con la grada, en especial el cantante, quien no paraba de brincar, moverse e incitar a la gente a seguir su contagioso y eléctrico ritmo.

Igualmente animado estaba Nicko McBrain, al que las cámaras instaladas junto a su semioculto set de batería dedicaban numerosas imágenes, constatando que sigue con la misma actitud juvenil y desenfadada.

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Si el mayor miedo de una banda consolidada es la recepción que pueda tener su último trabajo, pronto palparon que la audiencia no solo había aprendido la letra sino hasta la melodía de los solos y acordes de los grandes pasajes que tiene el 'Book Of Souls', interpretados majestuosamente por la terna de guitarras formadas por Dave Murray, Adrian Smith y Janick Gers, quien pasó de estar ausente a dedicar muchos gestos de complicidad con las primeras filas.

La nefasta acústica del Pabellón era el único impedimento para que los Maiden rozaran la matrícula de honor. Un contratiempo ajeno a los británicos y que sigue condicionando a cualquier estrella que pisa el parqué madrileño.


Después de una buena ración del último disco, con seis canciones, incluyendo el tema dedicado al difunto actor Robin Williams y que toma el bonito nombre de Tears Of A Clown, el grupo rejuveneció unos cuantos años para rescatar tres de sus himnos más representativos, consiguiendo implicar incluso al 'alma' más escéptica.

El dúo formado por Hallowed Be Thy Name y Fear Of The Dark, cantadas ambas a coro por el auditorio, dio paso a la homónima Iron Maiden. La sintonía para entonces era total entre grupo y público. Una alianza que sellaba la mascota Eddie con su habitual aparición, siempre teatral y circense, siempre espectacular.



La caja de los truenos se había abierto y no había modo de silenciarla. Llegaba el tramo final con otro de los cortes más célebres, The Number Of The Beast, y dos menos habituales, o no tan asiduas en el repertorio, pero igualmente bien recibidas, Blood Brothers, haciendo hincapié en que lo que nos une es más que lo que nos separa, y Wasted Years como colofón, evidenciando que Iron Maiden no han malgastado el tiempo, que lo han invertido en ellos mismos y en nosotros, para que disfrutemos de su gigantesca figura, la de una de las mayores leyendas del rock.

domingo, 12 de junio de 2016

El primer partido de la historia de España vale su peso en plata

El fútbol en España siempre ha tenido mayor trascendencia a nivel de clubes que con la Selección. Muchos son los factores que han llevado a ese desapego, desde aspectos socio-políticos a deportivos, ya que el título de la Eurocopa de 1964 y el oro de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 apenas saciaban a una afición acostumbrada a los triunfos continentales de los equipos de la Liga.

El siglo XXI ha visto cambiar esta dinámica perdedora y tremendista de España, quien parecía condenada a ir a cualquier torneo con el cartel de favorito y regresar con las manos vacías tras su mejor partido. El 22 de junio de 2008, una tanda de penaltis en Viena ante Italia sirvió de purga e inicio de la etapa más dorada de la 'Roja', desde su estreno en partido oficial en 1920, cuando el equipo nacional se colgó la plata olímpica en Amberes.

España, 2010. Selección, selección española,

Los Juegos Olímpicos, único torneo deportivo internacional en Europa
Ante la ausencia de una Copa del Mundo, la cual no arrancaría hasta 1930, y de la Eurocopa, habría que esperar hasta 1960, los JJ.OO. se mostraban como el único escaparate donde las selecciones europeas celebraban encuentros internacionales de carácter oficial, dado que Sudamérica ya contaba desde 1916 con la pionera Copa América.

Aunque el fútbol había sido parte integrante del programa olímpico, no es hasta la edición de Londres 1908 cuando el certamen se disputa entre selecciones nacionales, bajo el paraguas del COI pero todavía sin el respaldo ni la organización de la FIFA, que no llegaría hasta 1924.

El estreno de los cinco anillos olímpicos
Se denomina como VII Olimpiada a los JJ.OO. celebrados en la ciudad de belga de Amberes entre el 20 de agosto y el 12 de septiembre de 1920, y donde España consiguió dos metales en aquella edición, ambos en deportes colectivos: polo y fútbol.

Europa se encontraba en pleno proceso de recuperación tras la Gran Guerra, la Primera Guerra Mundial, motivo por el cual se consideraron como los 'Juegos de la Paz', bajo un nuevo emblema que se izaba por primera vez con fondo blanco y adornado con cinco anillos de colores, representativos de los cinco continentes.

JJ.OO., Juegos Olímpicos, Amberes, anillos olímpicos,

A pesar de ese aparente espíritu de concordia, ninguno de los vencidos en la Guerra habían sido invitados: Alemania, Austria, Turquía y Hungría.

La ausencia de participantes se notó en algunas de las pruebas, como en la de polo, donde España se subió al segundo lugar del cajón gracias a la existencia de solo cuatro participantes. En el fútbol sí había competencia, hasta 14 selecciones participaban por hacerse por algunos de los tres metales. Inglaterra, Checoslovaquia, Dinamarca, Noruega, Suecia, Italia, Francia, Bélgica, Holanda, Egipto, España, Grecia, Luxemburgo y Yugoslavia.

El debut de España
El 28 de agosto de 1920, a las 15:30 horas, España iniciaba en el coqueto Stade Joseph Marien, casa del club Royale Union Saint-Gilloise de Bruselas, la andadura olímpica ante Dinamarca, una de las favoritas del torneo. Así describía el terreno de juego el diario ABC en su crónica publicada días después, el 7 de septiembre de 1920.

"Jugóse el partido en el campo del Unión Saint-Gilloise. Una verdadera maravilla de campo dé fútbol. No creo que haya otro que lo  pueda mejorar. Un amplio anfiteatro :ha sido aprovechado para el terreno de juego: rodéado de graderías trazadas en la misma tierra, cubiertas de verde, y en el .fondo, como cortinaje, un frondoso bosque, cuyas verdes hojas de sus árboles dan un tinte, de belleza admirable".

El primer partido de España en su historia deportiva se saldó con una soberbia actuación de Ricardo Zamora en la portería, como recalca la crónica de ABC "Hicieron un gran juego, atacando duramente y poniendo en un sin fin de ocasiones en dificilísimos trances a nuestro gran Zamora Los veinte últimos momentos del partido fueron de enorme emoción; el ataque fue desesperado y el juego no salió de nuestro campo".


Ricardo Zamora, España, Amberes 1920,España aguantó estoicamente ante un rival mejor. La superioridad escandinava era tanto táctica como física: "El partido nuestro contra los dinamarqueses fue uno de los' 'más emocionantes que he presenciado. El equipo danés estaba formado por hombres fuertes, fornidos, que conocían perfectamente el juego", destacaba el ABC en 1920.

"Arrate el defensa más grande que ha pisado campo de fútbol. Zamora tuvo la mejor tardé de su vida futbolística. Este es el "mayor elogio que se puede hacer del 'colosal juego qué hizo. Tuvo paradas, que, aun viéndolas, parecen cosas imposibles. Sé creció, se hizo un coloso"

España formó aquella tarde con Zamora (Barcelona); Otero (Real Vigo Sporting), Arrate (Real Sociedad), Samitier (Barcelona), Belauste (Athletic), Eguiazábal (Real Unión), Pagaza (Arenas), Sesumaga (Barcelona), Patricio (Real Unión), Rafael Moreno Aranzadi 'Pichichi' (Athletic), Acedo (Athletic).

El gol de la victoria llegó en el minuto 54, obra de Patricio Arabolaza, jugador del Real Unión de Irún y natural de la propia localidad guipuzcoana.

"Nos apuntamos un tanto por ninguno los centrados. Un pase que recoge Pagasa, y que, rápido, aprovechando un pequeño descuido de las defensas danesas, convierte en precioso centro, que es a su vez recogido por Patricio, que mete en la red la pelota. La ovación fue delirante. El público, en masa, era nuestro. Entre nosotros la emoción fue tan enorme, que a más de uno les vi correr las lágrimas-por la cara".

El extraño camino a la plata
El triunfo de España ante Dinamarca en la ronda preliminar permitió al plantel dirigido por el seleccionador madrileño Paco Bru clasificarse a los cuartos de final, donde esperaba la anfitriona, Bélgica.

España cayó ante los belgas por 3-1 en el Estadio Olímpico de Amberes merced a los tres goles anotados por el cañonero local Robert Coppée. A pesar de la derrota, el singular sistema del torneo daba la posibilidad a los cuatro eliminados en esta fase -España, Suecia, Italia y Noruega- seguir disputando rondas de forma paralela, un extraño torneo de consolación para acceder al bronce.

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El primer escollo de España fue Suecia. El 0-1 en contra fue remontado de forma enérgica, en apenas 120 segundos, a través del empuje de Belauste, quien pronunció la famosa frase "Sabino, a mí el pelotón, que los arrollo", previo a un empate que, efectivamente, terminó con dos futbolistas suecos dentro de la portería, junto al esférico. La machada la cerraba Acedo. Un duelo que se cerró con lesionados en ambos bandos. Una tarde histórica en Amberes que rescató el término peyorativo de la "furia española" para convertirlo desde ese instante en un halago para la Selección.

La 'furia española' avanza en el cuadro de consolación
El asedio vivido en 1576 en Amberes por parte de las encolerizadas tropas españolas, donde los tercios, desprovistos de provisiones, víveres y de su paga, entraron a abastecerse y saquear la ciudad, fue calificado por los historiadores holandeses como la 'furia española'.

El equipo olímpico español, que se estrenaba en el concierto internacional, recuperaba aquel término descalificativo como una alabanza de la prensa que definía la bravura de un equipo inferior en muchos apartados pero superior en ímpetu y gallardía.

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Plantilla de la selección de España en los JJ.OO. de Amberes de 1920.

Dos dianas del vizcaíno Sesúmaga concedieron el triunfo de España ante Italia, sobreponiéndose a la expulsión de Zamora y a la lesión de Pagoza. Otro encuentro dramático que se saldaba con victoria.

España se plantó en la última eliminatoria de la repesca ante Holanda, la cual había quedada previamente apeada en las semifinales. De nuevo fue un doblete de Sesúmaga el que llevó a los de Bru al triunfo. Pichichi cerró la cuenta del triunfo con un 3-1 que sabía a gloria y a bronce, aunque el premio terminó siendo sorprendentemente mayor.

La transformación del bronce en plata
VII Olimpiada, Amberes 1920, Juegos Olímpicos, JJ.OO., Amberes,La final del torneo olímpico de Amberes en 1920 midió a Bélgica contra Checoslovaquia. Una extraña cita que apenas duró 40 minutos. Justo el instante en el que los centroeuropeos renunciaron a continuar, con 2-0 en el marcador a favor de los anfitriones y uno de sus defensores, Steiner, expulsado.

Los checoslovacos abandonaron el césped y presentaron una protesta formal tanto por la labor arbitral, considerada por los checos como imparcial, así como por la imposibilidad de haber podido elegir a uno de los jueces de línea, amparándose en la norma que así lo permitía.

Además de todo esto, la creciente presencia de los soldados belgas a medida que avanzaba el reloj inquietó a los checos, máxime cuando el continente había vivido una guerra que había concluido año y medio antes.

La insólita renuncia de Checoslovaquia, única en la historia del fútbol provocó su descalificación y que España, campeona por la parte del cuadro de los eliminados, viera 'cambiar' el bronce por la plata. Este efecto dominó hizo que Holanda se ganara también un bronce inesperado. Un extraño colofón para el debut de España como Selección. Un inicio exitoso que necesitó de muchos años para que tuviera continuidad.

miércoles, 25 de mayo de 2016

Radivoj Korać, el anotador inmortalizado en un trofeo

La historia del baloncesto europeo está repleta de nombres que han engrandecido el deporte. Uno de ellos fue el yugoslavo Radivoj Korać. Una estrella no solo capaz de hacer brillar a su equipo y selección, sino de dejar un registro casi inalcanzable, lo que le valió ser reconocido por toda la comunidad internacional del deporte de la canasta de forma póstuma. 

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Si hiciésemos una encuesta popular con los diez jugadores más determinantes en el viejo continente, aparecerían figuras de la talla de Pau Gasol, Drazen Petrovic, Dirk Nowitzki, Arvydas Sabonis, Tony Parker, Vlade Divac, Juan Carlos Navarro, Dijo Radja, Dimitrios Diamantidis, Dejan Bodiroga, Fernando Martín, Epi, Rimas Kurtinaitis, Aleksandar Djordjevic, Predrag Danilović, Drazen Dapipagic, Milos Teodosic, Dino Meneghin, Detlef Schrempf, Antonello Riva, Nikos Galis, Zarko Paspalj, Felipe Reyes, Stojan Vrankovic, Panagiotis Giannakis... Nadie o muy pocos mencionarían a Radivoj Korać.

Radivoj Korac, el saltador que hizo al OKK ser el tercer equipo del país
OKK Belgrado, Yugoslavia, Yugoslavija,Korac nació en 1938 en Sombor, actual Serbia y por aquel entonces parte del Reino de Yugoslavia. La vida de Korac siempre estuvo vinculada al deporte, aunque no al de la canasta, destacando como atleta especializado en el salto de altura. Fue el entrenador Borislav Stanković, posteriormente dirigente de la FIBA, el que se convertiría en su descubridor para el basket.

El gran rendimiento deportivo de Korac le llevó pronto, desde 1955, a formar parte de la primera plantilla del OKK Belgrado, siendo un elemento clave de la edad de oro vivida por la entidad belgradense.

No en vano, seis de los siete títulos conseguidos en toda su vida deportiva por el OKK -4 Ligas y 3 Copas-, llegaron en alguna de las doce temporadas en las que Korac estuvo en sus filas (1955-67).

El OKK se había convertido, de este modo, en una alternativa más al título yugoslavo, tradicionalmente en manos del Estrella Roja de Belgrado o del Olimpija Ljubljana.

Radivoj Korac, el rubio que lanzaba a cuchara y machacaba el aro
A pesar de su llegada tardía y casual al baloncesto, los movimientos de Korac como ala-pivot eran gráciles y tremendamente estéticos. Solo el lanzamiento de tiro libre a cuchara, un estilo compartido en esta época por otros jugadores, deslucía la técnica depurada de este colosal anotador zurdo que incluso terminaba algunas jugadas machacando el aro, recurso inusual en aquel entonces en las canchas europeas.




Korac es sinónimo de plata
El éxito de las naciones balcánicas en el baloncesto no fue siempre constante. De hecho, la gran explosión internacional de Yugoslavia en el podio de las grandes citas internacionales coincidió también con la presencia de Korac en el plantel yugoslavo.

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La plata del europeo celebrado en casa en Belgrado, en 1961, sirvió de escopetazo inicial para estrenar el medallero yugoslavo en el baloncesto. Un deporte que no dejaría de dar alegrías a los 'plavi' y a Korac, quienes parecían abonados a ocupar el amargo segundo escalón del cajón del podio. Una barrera que empezaría a romperse a partir de 1970 con el oro logrado en el Mundial.

Palmarés de Korac con Yugoslavia
                                                    MetalTorneoSedeAño
                                                  PlataEurobasketBelgrado1961
                                                  PlataMundialBrasil1963
                                                  BronceEurobasketPolonia1963
                                                     PlataEurobasketMoscú1965
                                                     PlataMundialUruguay1967
                                                   PlataJJ.OO.México1968


Korac, el devorador de registros
La misma facilidad que tenía Korac para devorar libros y dejarse llevar por la música, la tenía por pulverizar registros y engordar los guarismos de su equipo y selección.

A nivel colectivo sumó siete títulos -seis con el OKK de Belgrado y uno con el Standard de Lieja-, mientras que en el plano individual se erigió como máximo anotador en cuatro de los campeonatos internacionales en los que participó (3 europeos y Juegos Olímpicos), y de ocho a nivel nacional.

Dejó el abrumador dato de 157 internacionalidades con Yugoslavia y 3.153 puntos. Es decir, más de 20 puntos de media por partido en toda su carrera. Una cifra que se disparó en un recordado partido de la Copa de Europa.

Korac roza el récord de Chamberlain
El máximo torneo continental de la edición 1964-65 disfrutó de la mayor anotación individual realizada en toda la historia del baloncesto europeo, justo un par de años después del récord de Chamberlain.
Wilt Chamberlain, 100, Philadelphia Warriors, récord.
El norteamericano Wilt Chamberlain logró el 2 de marzo de 1962 100 puntos en la victoria de su equipo, los Philadelphia Warriors, contra los New York Knicks (169-147).  

Chamberlain jugó los 48 minutos y cuatro cuartos para firmar un centenar de puntos. Récord absoluto de la NBA. Resaltando que en esa época no existía línea de tres puntos.

La marca de Chamberlain estuvo cerca de ser superada por Korac el 14 de enero de 1965 cuando el alero yugoslavo se quedó en los 99 puntos, 65 de ellos en la segunda parte, la cual constaba de 20 minutos, no todos disputados por Korac, en el duelo de octavos de final de la Copa de Europa entre el OKK Belgrado y el Alvik de Suecia, edición en la que los belgradenses cayeron en semifinales ante el Real Madrid.

Para magnificar aún más la hazaña, tampoco había tiros triples en aquella campaña en el viejo continente, no se implantó hasta la década de los 80, ni constancia en el plantel del OKK de lo cerca que anduvo Korac del mítico registro de Chamberlain, ya que además descansó algunos minutos en el banquillo. Y eso que falló tres tiros libres. Una suerte en la que era todo un seguro.

El show de Korac en la TV belga
El histórico partido en el que Korac anotó 99 puntos, 11 de ellos llegaron solo a través de los tiros libres con su particular estilo de 'cuchara'. El jugador yugoslavo dispuso de 14 lanzamientos desde la línea de personal en aquel encuentro, lo que supone un 78% de acierto.

Unos años después, en la temporada 1967-68, Korac se encontraba en una nueva aventura defendiendo los colores de Lieja y participó en un programa de la televisión belga donde se le propuso lanzar tiros libres para medir su eficacia anotadora. Poco antes de arrancar la serie se le preguntó cuál sería el resultado, humildemente contestó "que estaría sobre el 70%". Korac acertó el centenar de lanzamientos que intentó, uno tras otro, dejando asombrado al público.


Prematuro fallecimiento
Radivoj Korać murió en un accidente de circulación en los alrededores de Sarajevo el 2 de junio de 1969, apenas cumplidos los 30 años de edad. Tal fue la conmoción que la federación yugoslava de baloncesto decidió no celebrar nunca ningún encuentro en esa fatídica fecha.

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Homenajes póstumos
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Trofeo Copa Korac
A imagen y semejanza de la Copa de la UEFA de fútbol, la Federación Internacional de Baloncesto en Europa creó en 1971 un tercer torneo continental que lo disputaban los equipos que no fueran campeones ni de la Liga ni de la Copa de sus respectivos países y hubieran quedado clasificados entre los primeros puestos de sus torneos nacionales.

El trofeo fue bautizado como Copa Korac y en su primera edición se invitó a ocho equipos a participar, entre ellos su querido OKK Belgrado, quien perdió en la final de 1972 ante la Cibona de Zagreb, club que posteriormente serviría de escaparate para otra leyenda del basket balcánico fallecido también en otro desgraciado accidente de tráfico: Drazen Petrovic.


La Copa Korac se disputó durante tres décadas, hasta 2002. El último vencedor fue el cuadro francés del Nancy, antes de que la Korac fuera renombrada a Copa ULEB. La razón de este cambio no era otra que el divorcio vivido en aquellos años en el basket europeo entre algunos clubes y la FIBA, que conllevó a incluso a que existieran varios torneos de Copa de Europa a la vez.


Coincidiendo con este cambio de nombre del torneo, que amenazaba con olvidar el apellido del jugador, la Federación de baloncesto de Serbia y Montenegro retomó en 2002 el espíritu de honrar la figura de Korac y bautizó su segundo campeonato nacional como Copa Korac. Un homenaje póstumo para no olvidar a uno de los mejores anotadores del baloncesto europeo.

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